La noticia de que el Gobierno de Pedro Sánchez pretende alargar 15 días más el estado de alarma, hasta el 26 de abril, es una medida que la mayoría de los partidos políticos ven necesaria dada la situación actual del coronavirus. Compartiendo el fondo de la iniciativa, lo que no ven con buenos ojos los grupos son las formas del Ejecutivo de Pedro Sánchez.
La derecha espera la llamada de Sánchez
Desde el Partido Popular hasta el PNV afean al Gobierno que no busque el consenso necesario antes de "filtrar" estas medidas. En Génova aseguran que consideran una "nueva falta de lealtad" del Ejecutivo haberse enterado por la prensa de que Sánchez pretende alargar el confinamiento.
Recuerdan los populares, desde Génova, que ellos votaron a favor de la última prórroga del estado de alarma en el Congreso, que salió adelante con 321 votos a favor y 28 abstenciones (ERC, JxCat, EH Bildu, la CUP y el BNG), y se muestran dispuestos a volverlo a hacer, pero avisan: "Primero tiene que llamar Sánchez a Casado".
Vox no rebaja un ápice el tono crítico que desde hace días mantienen con el Gobierno, al que le exigen su dimisión para dar paso a un Gobierno de concentración formado por técnicos. En coherencia con esta petición, el partido ya ha advertido de que no apoyará ningún decreto de los que ha anunciado el Ejecutivo para hacer frente a la crisis del coronavirus.
De hecho, en el último Pleno convocado para la anterior prórroga, Santiago Abascal ya advirtió a Pedro Sánchez de que no volvería a contar con los votos de Vox si no empleaba de forma eficaz los 15 días extra para hacer frente a la pandemia.
Fuentes del partido trasladan a Libertad Digital que, si bien la posición actual de la formación es "no apoyar en nada a este Gobierno", valorarán en los próximos días el sentido de su voto sobre la prórroga del estado de alarma por responsabilidad con todos los españoles y teniendo en cuenta que Vox fue el primer partido en pedir la declaración del estado de alarma para combatir al COVID-19.
Ciudadanos, por su parte, ha apoyado desde el primer momento, sin fisuras, la declaración del estado de alarma que la propia Inés Arrimadas pidió públicamente, antes incluso que el sábado 14 de marzo, cuando la anunció Sánchez.
Los diez diputados naranjas votaron a favor de su prórroga y ahora están dispuestos a respaldar igualmente al Ejecutivo, con el que han cerrado filas, aunque la dilación en algunas medidas, singularmente la ampliación de las restricciones al movimiento del Consejo de Ministros del pasado domingo, ha hecho perder la paciencia a Arrimadas, que ha lamentado que no se diera "certidumbre" a los españoles y "seguridad jurídica a las empresas".
Pese a ese apoyo, Arrimadas también ha lamentado este viernes en una entrevista en Televisión Española que Sánchez no se haya puesto en contacto aún con ellos. "Tiene que escuchar más", ha sentenciado la líder naranja.
Críticas de sus socios de investidura: "Propaganda"
Entre los que también apoyaron una primera prórroga del estado de alarma están los socios de investidura de Sánchez del PNV, que ahora no tienen todavía decidida su posición en esta nueva ampliación de los días de confinamiento.
Lo que sí que explican fuentes del partido nacionalista vasco a Libertad Digital es que, aunque no está en su "ánimo provocar inestabilidad", la confianza en el Ejecutivo sí que "se ha visto resentida" en las últimas semanas.
Por su parte, los separatistas de ERC y de JxCAT parece que esperarán a la opinión de los expertos para posicionarse respecto del nuevo movimiento que pretende hacer el presidente Pedro Sánchez pero cabe recordar que en la última votación para prorrogar el estado de alarma, ERC se abstuvo y los de Puigdemont, votaron en contra.
El presidente catalán, Quim Torra, se ha mostrado en las últimas horas partidario de que el confinamiento se alargue si es necesario, pero advirtiendo de que "ésta no puede ser una decisión política" tomada de manera unilateral, decía el jueves en la Ser Cataluña. Tras una reunión mantenida este viernes entre ERC y Bildu para analizar la gestión de la crisis sanitaria, los de Junqueras han denunciado que "el Gobierno español lo está utilizando para hacer políticas centralistas, politiquería y una campaña de propaganda".