A diferencia de Pablo Casado y Santiago Abascal, Inés Arrimadas venía manteniendo con el Gobierno en torno a la crisis del coronavirus (el asunto con el que curiosamente ha tenido que estrenar su presidencia de Ciudadanos, tras ganar en las primarias de la formación el pasado 8 de marzo) un actitud de guante blanco. Apoyo sin fisuras al Ejecutivo en las medidas a adoptar y tono constructivo, muy distinto incluso del empleado en las redes sociales por su antecesor, Albert Rivera, que no ha dudado en disparar dardos dialécticos contra la gestión de Pedro Sánchez.
Una actitud, la de la líder del partido naranja, que no ha estado exenta de reproches sobre las medidas económicas, que considera insuficientes, singularmente por lo que se refiere a los autónomos, o sobre la celebración presencial de plenos del Congreso, a la que se ha opuesto a voz en grito, pidiéndole una y otra vez a la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet, que se habilite una forma temática de debate parlamentario.
Sin embargo, el retraso hasta última hora del domingo de la publicación del endurecimiento de las medidas de restricción de movimientos parece haberle hecho perder la paciencia. En su ya habitual rueda de prensa telemática de los lunes (con preguntas en tiempo real una modalidad en la que fue pionera) Arrimadas endurecía el tono: "Ayer por la noche muchas familias tenían el corazón en un puño, porque no sabían si tenían que ir a trabajar al día siguiente, si tenían que desplazarse, si su actividad estaba afectada o no por una normativa. Creo que en un momento como este el Gobierno tiene que dar tranquilidad, tiene que dar seguridad jurídica, tiene que dar certidumbre, y es lo contrario de lo que hemos visto en estos últimos días" sentenciaba.
Ahondando en la crítica, Arrimadas blasonaba de las medidas propuestas por su grupo en el último pleno parlamentario de la semana pasada, que dio luz verde a la prórroga del estado de alarma. "Ciudadanos ya propuso en una de sus enmiendas que el Gobierno valorase si hacía falta reforzar alguna de las medidas de distanciamiento social. Tanto Podemos como el PSOE votaron en contra, sin embargo el sábado siguiente tuvimos un anuncio del presidente del Gobierno sobre una mayor restricción".
En línea con su postura de las últimas semanas, Arrimadas pedía que se reactive el control parlamentario al Gobierno de manera telemática y anunciaba también que la V Asamblea General de Ciudadanos, suspendida en su día por la crisis del coronavirus, tendrá lugar con los compromisarios votando de manera igualmente telemática.