El Mundo
"Cierre total de actividades no esenciales". "Estupor entre los empresarios" a los que Sánchez se ha pasado por el forro. "La medida confirma que la crisis se encuentra muy lejos de estar bajo control" o sea "ni se puede despedir ni se permite la actividad; esto es mantener gastos sin ingresos, lo que conduce inexorablemente a un callejón sin salida". Sánchez no tiene ni pajolera idea de lo que hacer. "Sánchez no puede pedir fe ciega en él cuando sigue sin asumir responsabilidad alguna por tantos errores e ignoramos cuál es la estrategia de los supuestos expertos que le asesoran" —que por cierto, no son esenciales—. "Los ciudadanos necesitamos alguna luz". Pues como no enciendas la de tu casa.
Rosell practica boxeo en la cabeza de Sánchez. "Ha procedido a su olímpico desprecio a la hora de hacer frente a la pandemia, cuya manifiesta negligencia se ha traducido en que España sea el país del mundo con mayor porcentaje de víctimas". "Sánchez ha acabado siendo atropellado por los hechos". Ante esta calamidad, Rosell clama por un "un gobierno de emergencia nacional con PP y Cs y unas posteriores elecciones en las que los españoles tomen la palabra con el riesgo claro" de que Sánchez gane y pacte con los mismos de ahora. Aunque ahora tenemos una ventaja. Ya nadie creería que tendría insomnio con Podemos y los separatistas. No obstante, Rosell no cree que el sectario Sánchez entre en razón. "Árbol que crece torcido nunca su tronco endereza".
Y de ello da fe el artículo de Francisco Pascual que pone los pelos de punta. "Una amenaza en la madrugada". Se refiere a la inquietante declaración de Sánchez en el Congreso: "Cuando acabe todo, me defenderé". "Nadie debería tomarse a humo de pajas las amenazas del líder del PSOE. La piedad no destaca entre sus numerosas virtudes políticas. Pedro Sánchez es un ejército en marcha. No deja demasiados adversarios a su paso. Es llamativo que el destinatario de esa advertencia tan rebosante de rencor fuese Pablo Casado, que le estaba dando sus votos. Sánchez amedrentó al líder del PP con nocturnidad, le avisó de que le ajustaría las cuentas casi al oído". Casado cuídate, ponte a cubierto y protégete, a este tío hay que tomárselo en serio. No tuvo reparos ni en exponer a la ciudadanía a un virus mortal el 8-M. Con que al loro.
El País
"Un mundo en cuarentena busca salidas a la crisis. Paralizada toda actividad no esencial". El editorial pide que todo el mundo se comprometa con el Estado, vamos con Sánchez en realidad. "Que cada responsable político se pregunte honestamente si habría sido capaz de ofrecer mejores soluciones. Si la respuesta es negativa, solo cabe apretar los dientes y cerrar filas. Y si es afirmativa, el deber inexcusable es ponerlas a disposición de quien tiene la legitimidad para ejecutarlas, no servirse de ella como instrumento de chantaje para alcanzar la razón o incluso el poder". Hay que jorobarse. Este periódico no tiene remedio. A ver si se enteran de una vez. Que no nos vamos a callar. Que no se tomaron medidas, que nos mintieron, que pidan perdón y luego hablamos de deberes inexcusables. Es que tienen una cara.
El periódico regala un bonito publireportaje a Sánchez. "El momento de la verdad para Pedro Sánchez". "Sánchez está ante sus horas más duras, varado en esa zona cero que funciona como metáfora de todo un país". "Obsesionado con reducir el número de contagios, el presidente del gobierno toma sus decisiones con un reducido núcleo duro y un gran hermetismo". Pues que compre mascarillas.
Pero Sánchez tiene otra obsesión mucho más importante para él. "Que los españoles vean que ha tomado las riendas; que hay un comandante en jefe". Pues lo lleva claro. "Para eso dedica mucho tiempo a diseñar su estrategia de comunicación, con numerosas comparecencias televisivas. Cuenta con un nutrido equipo para elaborar sus discursos y preparar la puesta en escena". ¿A eso dedica Sánchez el tiempo? Eso lo explica todo. Si dedicara más tiempo a ayudar a los sanitarios, comprar mascarillas, test y lo que es ahora necesario en lugar de mirarse en el espejo otro gallo nos cantaría. "El presidente aparece esto días en televisión cansado, con un aire prematuramente envejecido". Pues chico, debe ser mi televisión porque yo le veo rebosante de salud y con la misma chulería de siempre.
ABC
"Sánchez elige parar la economía". Bieito se echa las manos a la cabeza. "Ni en la peor de nuestras pesadillas nos podíamos imaginar una situación semejante a la que vivimos: una peste contagiosa incontrolable y el gobierno en manos de unos social comunistas que improvisan a cada paso que da". Vamos, peor que la peste. Sánchez cede "a las ensoñaciones totalitarias de Podemos. En su espiral de dar palos de ciego, este gobierno parece no querer ver el desastre económico que España va a sufrir en los meses siguientes. No hicieron previsión, no planificaron, no gestionaron bien y la culpa es de los demás, oposición incluida, que es el rasgo más mezquino que caracteriza a las personas inferiores".
Luis Herrero ve al gobierno "desbordado y solo. O más que solo: roto. Descuajeringado, Sánchez tiene tanto lío dentro y fuera del consejo que ya no sabe por dónde tirar". Y al final "ha preferido abrazarse a su socio desleal para quedarse sin socio alguno". En el pecado llevará la penitencia.
La Razón
"Sánchez para España". "Un daño sobre la economía que habrá que asumir", dice y sólo le reprocha que "hubiera sido conveniente que esa decisión se hubiera acordado con los representantes de empresas y sindicatos para tratar de minimizar su impacto negativo". Y con PP, como hizo Rajoy con el PSOE cuando se decretó el 155 en Cataluña. Pero, no, este sectario sólo escucha a Podemos.
Según Juan Ramón Rallo, "vamos camino de la crisis económica más dura que hayamos vivido en nuestras vidas, caso solo comparable a la de la posguerra".
Amiblia nos alegra el día con una sugerencia. "Los pueblos primitivos sacrificaban a sus líderes como ofrenda cuando había una epidemia". Oye, por probar...