Colabora

Coronavirus: Montero asume la gestión del material sanitario ante un Illa "superado"

Fuentes del Gobierno adjudican al titular de Sanidad la compra de los test defectuosos y salen al rescate de su explicación en el Congreso.

Montero e Illa tras el Consejo de Ministros | EFE

Pasaban las 14:30 horas cuando el ministro de Sanidad, Salvador Illa, era acorralado por la "oposición" por la compra de test defectuosos a China en su comparecencia en el Congreso. En el Palacio de la Moncloa ordenaban al equipo técnico de la emergencia sanitaria a elaborar información inmediata para enviar un argumentario urgente al ministro. Pero la información se retrasaba y el ministro se adelantaba: "El mercado está absolutamente loco", "quizá deberíamos no haberlo comprado".

En el gabinete de Pedro Sánchez en Moncloa se llevaban las manos a la cabeza y, ya al filo de las 15:00 horas, se apresuraban a lanzar un comunicado aclaratorio urgente explicando lo que debería decir —pero no decía— el titular del ramo mientras transcurría su comparecencia. "Os trasladamos desde la SEC (Secretaría de Estado de Comunicación), como adelanto para vuestros informativos", rezaba el texto, "es necesario aclarar...".

Un comunicado al rescate del ministro desde Moncloa en el cual se referían expresamente a los test negando tres aspectos concretos: que el Gobierno de España "no adquirió estos test a China sino a un proveedor nacional"; que sí estaban homologados y contaban con "el marcado y la homologación europea", y aportaban dos documentos oficiales al respecto; y tres, que "en ningún caso consta información sobre la empresa china que, según la embajada, no cuenta todavía con la licencia correspondiente en China".

Tres afirmaciones que adjuntaban una explicación profusa sobre los pasos dados por el Gobierno en sus contactos con varias empresas para la adquisición de test diagnósticos, la comprobación por parte del Instituto Carlos III de Madrid de posibles incidencias a través del sistema de alertas de la Agencia Española de Medicamentos y, una vez detectados los errores, la devolución inmediata de esta partida defectuosa. Explicaciones que dejaban claramente en entredicho a un ministro cuya comparecencia parlamentaria seguía su curso proyectando la sensación de que el ministro "experto" en la materia no tenía toda la información. Porque esto es exactamente lo que ocurría.

Un ministro superado por la situación

Según lo relatado por fuentes gubernamentales a Libertad Digital, Salvador Illa "está superado", le queda grande el papel de ministro responsable de una emergencia sanitaria porque él "no estaba destinado a esto". Pero no hay malestar en Moncloa sino comprensión por este hecho ya que, recuerdan, que en el reparto de carteras durante la formación de Gobierno, "a Illa se le guardó la maría", la cartera de Sanidad, que "no tiene competencias y con el objetivo de darle visibilidad y rodaje como posible candidato del PSC en el futuro".

"Le ha caído un gran marrón", dicen relativizando sus errores de imprevisión porque "esto le supera a cualquiera" aunque en el actual organigrama ministerial ya tiene una sustituta de facto: la ministra de Hacienda y portavoz, María Jesús Montero.

La experiencia de Montero

A diferencia del filósofo Illa, "Montero es médico y sabe lo que hace. Está haciendo un papel brillante en la compra de material". Es la portavoz del Gobierno quien está centralizando ahora mismo toda la compra de material sanitario aunque, dejan claro en Moncloa, que los test defectuosos no son imputables a Montero sino a Illa. El comunicado de Moncloa introducía claramente esta aclaración: "Esta operación no está relacionada con la compra de material sanitario anunciada ayer por el ministro Salvador Illa". Un matiz que no persigue exonerar de culpa a Illa sino a Montero porque la actual compra de material la realiza la ministra de Hacienda frente a las pasadas que, como los test defectuosos, ejecutó el ministro de Sanidad, según las fuentes consultadas por LD.

En el actual puente de mando de la compra del material acompañan a Montero la ministra de Industria, Reyes Maroto, quien recibe "ingente y muy poderosa información" de los agregados comerciales y oficinas comerciales de las embajadas de España en el extranjero, y la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, en el plano económico y presupuestario.

En resumen: Montero asume las funciones de Illa y sube aún más enteros en una crisis sanitaria en la que pocos ministros salen airosos y sin parte de la culpa. Paradojas de la política, Montero es la única de las mujeres fuertes del Gobierno que no estaba en la cabecera de la manifestación madrileña del 8-M como Carmen Calvo, Irene Montero o Begoña Gómez. No en vano, como recuerdan con tino desde el Gobierno, "Montero es médico" y decidió participar en la más solitaria manifestación de su tierra, en Sevilla.

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario