Unos 150 militares españoles que se encuentran desplegados en Irak volverán a territorio nacional en los próximos días. El Ministerio de Defensa ha tomado esta decisión por la paralización a causa del coronavirus de las labores de adiestramiento y mentorización al ejército local que veían desarrollando y a la cercanía del Ramadán, el mes musulmán del ayuno en el que en los últimos años también se venían parando estos entrenamientos.
La medida afecta a los adiestradores que se encuentran desplegados en la base de Besmayah, al sureste de Bagdad, pero no al resto de efectivos que están distribuidos en otras bases del país asiático. En total, las Fuerzas Armadas españolas tienen desplegados unos 550 efectivos, por lo que es menos de un tercio el que regresa a nuestro país. Quedarán allí todavía la gran mayoría de los efectivos y otros medios como helicópteros y drones.
Fuentes del Ministerio de Defensa han explicado que la coalición internacional es la que ha propuesta esta medida y España ha decidido seguir las indicaciones, como también han hecho otros países. También informan de que el reemplazo para estos militares, que estaba previsto para el próximo mes de mayo, sigue activado y que, por tanto, se desplazarán a Irak antes o después, en función de cómo vaya la situación.