Solemne, pausado y hasta un punto nervioso compareció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Palacio de la Moncloa para hacer balance de las medidas que han acordado los estados miembros en la reunión por videoconferencia del Consejo Europeo extraordinario: 25.000 millones de euros para inyectar liquidez y flexibilización de los objetivos de déficit y deuda.
Sin embargo, el objetivo logrado por el Ejecutivo, y que le permitirá aprobar el jueves en un Consejo de Ministros extraordinario por la tarde dos paquetes de medidas en apoyo a las familias y pequeños empresarios en el marco de su plan de choque por el coronavirus, no restó un ápice al aire sombrío con el que compareció ante los medios de comunicación para anunciar que se esperan "semanas duras y difíciles" dentro de la "emergencia sanitaria" que nos acecha y en la cual España es el séptimo país en número de infectados y creciendo.
El presidente del Gobierno habla de una crisis "dinámica y no estática", viva y que muta como el propio virus y ante la cual se evitan los escenarios futuros sin descartar ninguna medida más drástica a las ya tomadas. "Haré lo que haga falta", insistió el presidente del Gobierno que, en conversación informal con periodistas, dejó en el aire la pregunta expresa de los informadores sobre una posible cuarentena: "Yo no puede entrar en eso". Tampoco respondió a la pregunta de si, en clave de salud pública, lo peor está aún por llegar o se ha tocado ya el techo de infectados y fallecidos en nuestro país, que fuentes de Moncloa ubican aún lejos de los que pudiera registrarse de aquí a una semana. Las mismas fuentes consultadas por Libertad Digital barajan que la semana que viene Madrid se "cierre a cal y canto" restringiendo las entradas y salidas ante la evolución imparable aún del COVID-19.
Es pronto para atreverse a hacer predicciones, también en el plano económico. En su comparecencia de prensa, aseguró que "es evidente que hay un impacto económico" en la economía española y que "será serio pero también transitoria". Pero añadió que "honestamente, la envergadura de ese impacto no hay ningún organismo que se atreva a hacerla. Lo que tenemos que garantizar es responder de manera contundente". "
En este sentido, Sánchez no descartó a los periodistas que se pueda modificar el cuadro macroeconómico de los Presupuestos Generales del Estado enviado a Bruselas, y puesto en cuestión por las propias autoridades comunitarias, para hacer frente a una nueva realidad económica que ya ha acusado la OCDE revisando a la baja la economía mundial. "Es pronto", dijo el presidente en su conversación informal, "porque puede haber una caída pero luego una remontada".