En el Congreso en el que se convirtió en el nuevo líder del PP venciendo a Soraya Sáenz de Sántamaría, una de las promesas que realizó Pablo Casado fue que iba a "refundar" el centroderecha en España. En esa labor se encuentra inmerso el presidente popular desde hace más de un año y en aras de la unión con Ciudadanos, Génova reconoce ahora haber "sacrificado" el País Vasco.
Fuentes de la dirección nacional del PP explican que el hecho de haber dado dos puestos de salida a los de Inés Arrimadas para las próximas elecciones autonómicas del 5 de abril en el País Vasco fue algo "desproporcionado" pero "necesario".
"Generosos" por el acuerdo final
"Necesario por dos razones", apuntan estas mismas fuentes. Por un lado, para demostrar a Ciudadanos que podían ser "generosos" de cara a un acuerdo final de suma con los naranjas para las próximas generales en el que el PP no descarta incluso dejar atrás sus siglas: "Ójala el vehículo siga siendo el PP pero lo importante es la unión del centroderecha", explican.
Y por otro lado, "para preservar a Alberto Núñez Feijóo y a Alfonso Fernández Mañueco". Miembros de la cúpula del PP explican que al presidente de Galicia "no se le podía obligar" a ir con Cs en coalición, por ello, su "única opción" para contentar a los de Inés Arrimadas era cederles en el País Vasco dos puestos de salida en las listas: el segundo por Vizcaya, que ocupará Luis Ignacio Gordillo (actual líder naranja en el País Vasco) y el tercero en Álava, que es para José Manuel Gil.
"Preferencia por Arrimadas"
Otra de las razones que precipitó la caída de Alonso fue que Casado tenía que mostrar su preferencia por Arrimadas en la batalla que está librando por el control de Ciudadanos, ya que temen que si vence este último, la coalición en el Castilla y León, por la que es presidente Alfonso Fernández Mañueco, se iría al traste.
Esta es la argumentación con la que los populares explican el "sacrificio" que hicieron en el País Vasco, cediendo a los naranjas estos tres puestos relevantes en las listas, a la que se opuso Alfonso Alonso, lo que se saldó con su marcha. Desde Génova aseguran que "Casado estaba de acuerdo con Alonso en que era desproporcionado lo de País Vasco pero no le quedó otra", y añaden: "La marcha de Alonso fue dramática porque era amigo de Casado".