La ex diputada por Pontevedra Beatriz Pino, miembro de la Gestora de Ciudadanos y respaldada por Inés Arrimadas, será la candidata de Ciudadanos a las elecciones gallegas del 5 de abril, siempre y cuando la formación naranja concurra en solitario a las mismas y no se integre en la lista del PP, como sigue ofreciendo el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
Pino ganaba este viernes las primarias con un 47% de los votos, frente al 42% obtenido por Manuel Jesús Morgade, candidato al que Francisco Igea, el rival de Arrimadas, respaldaba. En concreto, 156 votos para Pino y 140 para Morgade.
La participación ascendió al 56% y por detrás de los dos candidatos principales había otros cuatro más, que entre todos suman un 8% de los votos. Unos datos que espolean al sector crítico, que se ve con más opciones que nunca de derrotar a Arrimadas, aunque Galicia es uno de los lugares con menor implantación y militancia. Fuentes de ese sector destacan que Morgade era un candidato "improvisado" que "casi no ha hecho campaña".
Este sábado arranca formalmente la campaña, a la que se suma un tercero en discordia, el militante valenciano Ximo Aparici, dado que para concurrir no es necesario, como ocurre en otros partidos, presentar avales.
Las votaciones entre la militancia de toda España se harán el 7 de marzo, de manera telemática -una modalidad discutida por el sector crítico por el pucherazo en Castilla y León que aún investigan los tribunales y por el fallo en la elecciones de compromisarios del pasado fin de semana, asumido por la empresa Stcyl- y el 8 de marzo en urna, en aquellas agrupaciones que así lo han aprobado democráticamente.
Igea ha solicitado reiteradamente uno o varios debates. Desde el aparato del partido confirman que habrá al menos uno, aunque podría tener un formato más de coloquio con la militancia que el de un debate al uso.
Clima de gran tensión
Arrimadas, portavoz parlamentaria del partido, y Francisco Igea, vicepresidente de la Junta de Castilla y León, pelean por suceder al hasta ahora único líder de Ciudadanos desde su fundación en 2006, Albert Rivera. Lo hacen en un clima de gran tensión evidenciado el pasado lunes en un encuentro delante de las cámaras en Valladolid, antes de que Igea confirmase su candidatura. Un sonado momento que está siendo objeto de duros cruces de acusaciones entre los miembros de ambos equipos.
Arrimadas concurre con una lista para la Ejecutiva que ha publicitado como liderada por mujeres pero en el que dos hombres fuertes del riverismo, como Carlos Cuadrado y José María Espejo, tendrían un papel muy destacado y mucho poder orgánico. También estarán en él los otros tres vicepresidentes autonómicos, el madrileño Ignacio Aguado, el andaluz Juan Marín y la murciana Isabel Franco, así como la vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís.
Igea lleva como número dos a la diputada en la Asamblea de Madrid Marta Marbán, la primera persona en la historia del partido que tuvo un cargo público fuera de Cataluña, al presidente de Melilla, Eduardo de Castro, a cinco ex diputados con los que compartió una legislatura en el Congreso, cuando era parlamentario por Valladolid, y a Sergio Sanz, diputado en Cataluña y representante del sector socialdemócrata junto a Jordi Cañas, quien está en el equipo de Arrimadas.
El que se queda al margen, para sorpresa de muchos, es Luis Garicano. El jefe de la delegación de Ciudadanos en Europa respaldó en un primer momento a Arrimadas pero finalmente rechazó estar en su lista. Hace un año respaldó activamente a Igea, viejo amigo de sus tiempos universitarios, en la campaña que le llevó a convertirse en el candidato a las autonómicas en Castilla y León tras derrotar a la ex dirigente del PP Silvia Clemente, fichada por Rivera para la ocasión.