Tras la celebración de la "mesa de diálogo" entre el Gobierno y los separatistas, el Partido Popular ha emitido un comunicado en el que se compromete a "tomar todas las medidas" y utilizar "todos los recursos a su alcance" para "garantizar a los españoles que todas las cesiones de Sánchez al independentismo quedarán en papel mojado".
Para los populares, con esta reunión en Moncloa, el presidente del Gobierno "consuma la ruptura del principio constitucional de igualdad entre todos los españoles y recompensa a los autores del golpe institucional contra nuestra democracia".
Desde Génova explican que "el comunicado remitido por Moncloa" tras el encuentro "certifica ante todos los españoles el primer pago de la hipoteca política que los separatistas catalanes se cobran a cambio de la investidura de Sánchez".
Para el partido de Pablo Casado, el Gobierno ha cruzado todas las líneas rojas políticas imaginables en 40 años de democracia" al permitir que los separatistas "planteen como imposición la autodeterminación de Cataluña, el indulto a los golpistas, la fractura definitiva de la sociedad catalana y la ruptura de la integridad territorial de España".
"Sánchez se somete, punto por punto, al guión independentista diseñado por el condenado por sedición y malversación de caudales públicos Oriol Junqueras desde la cárcel de Lledoners", sentencian los populares que afean que esta cita se vaya a repetir mensualmente: "Pretenden convertir en habitual una mesa bilateral que fractura la igualdad entre españoles".
Tal y como ya han explicado este miércoles por la mañana el propio Casado y la portavoz popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, durante la sesión de control, el comunicado insiste en esta mesa "únicamente se sientan el PSOE, Podemos, ERC, Junts Per Catalunya y se deslegitima a sí misma al dejar fuera a todas las formaciones constitucionalistas que representan a la mayoría de la sociedad catalana en el Parlamento autonómico".
Desde el PP también afean las formas de esta reunión ya que "escenifica una puesta de escena de cumbre internacional en lo que representa una claudicación inédita en cuatro décadas de democracia. Otorga al inhabilitado Torra tratamiento de jefe de Estado al tiempo que permite la entrada a la sede de la Presidencia del Gobierno a un imputado por el intento de golpe de Estado el 1- O, Josep Maria Jové". Incluso el lenguaje utilizado en el comunicado que se ha enviado desde el Palacio de la Moncloa en el que "el Gobierno utiliza el término secesionista ‘conflicto político’ y omite toda referencia a la Constitución, que se sustituye por el término de seguridad jurídica, tal y como siempre han exigido los independentistas".
Para los populares "Sánchez ha escogido: la radicalidad frente a la moderación, el extremismo frente a la centralidad. Elige romper puentes en vez de aceptar la mano que le ha tendido el presidente del Partido Popular, Pablo Casado".