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Ábalos presume de conseguir que Delcy "no pisara el espacio Schengen" mientras la oposición le grita "¡dimisión!"

Ofensiva parlamentaria contra el ministro que insiste en que no caerá porque "nadie me echará de mi compromiso político".

Ofensiva parlamentaria contra el ministro que insiste en que no caerá porque "nadie me echará de mi compromiso político".

Una imagen vale más que mil palabras y la que hoy ha dejado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, permaneciendo en el Hemiciclo durante la sesión de control, en lugar de marcharse al término de sus preguntas como es habitual, hasta que su hombre fuerte José Luis Ábalos recibiera las estocadas que aventuraba el orden del día de la primera sesión de control, ha sido más que elocuente.

Una auténtica ofensiva parlamentaria que la oposición, concretamente la bancada del PP, ha coronado con gritos de "dimisión, dimisión" para Ábalos después de que el ministro de Transportes del Gobierno presumiera de haber conseguido que la vicepresidenta del régimen de Maduro, Delcy Rodríguez, no entrara en el espacio Schengen.

Responde a Edmundo Bal

A las preguntas del diputado de Ciudadanos, Edmundo Bal, el ministro se jactó de que "conseguí dos cosas: una, que no pisara el territorio Schengen, se pongan como se pongan... y dos, no tener mas problemas en las relaciones con un país en el que queremos que haya elecciones libres, democráticas, vigiladas, observadas... y eso se tiene que hacer entre las partes, no unilateralmente, salvo que usted esté pensando en algún golpe o alguna cosa de éstas".

El ministro reprochó a Bal la "recreación que usted ha hecho y me ha sorprendido, porque es abogado del Estado. Usted sabe que esto no constituye derecho comunitario, estamos hablando de restricciones del Consejo Europeo, y que la aplicación de esta restricción, que no sanción, la hace cada Estado miembro. Sobre esta persona (Delcy Rodríguez) no había ninguna orden de detención, ¡ninguna! Y lo que me molesta es que ustedes insinúen que nuestra policía recibe órdenes de un ministro que no tiene ninguna jerarquía". En un tono chulesco y burlón, Ábalos ridiculizó que el diputado Bal "se haya esforzado en el humor, lo cual está bien, no como los gritos que acabo de escuchar".

Pregunta el PP

Gritos que se producían justo antes en el inicio de la ofensiva parlamentaria sobre su reunión con Delcy Rodríguez que motivaron dos preguntas más desde la bancada del PP. La diputada popular Valentina Martínez fue la que recordó desde su escaño las "seis versiones" que ha ofrecido en las últimas semanas el ministro de Transportes sobre el caso. "Usted es un mentiroso y me preocupa la credibilidad de España", lamentaba la secretaria de Internacional del PP y portavoz de exteriores en Congreso.

Tras ello, fue otra diputa del PP, Belén Hoyo, la que volvió a preguntar a Ábalos sobre el "Delcygate". "No se le paga por hacer excursiones nocturnas para reunirse con una delincuente internacional, ni por ponerse la gabardina y jugar a los espías". "Se equivoca si cree que sus engaños a los españoles no le van a pasar factura. No vamos a tragar con sus abusos de poder ni con sus cacicadas. Usted va a caer porque siempre, en toda película, cae el mensajero". "Dimita por mentiroso", sentenció Hoyo, a lo que Ábalos respondió diciendo que "nadie me va a echar de mi compromiso político".

Abascal y Casado

Una primera sesión de control en la que la supuesta reunión entre el ministro y la número dos del régimen de Maduro fue, sin duda, el eje central de la sesión. Sin preguntar expresamente por ello, el líder del PP, Pablo Casado, el primero en preguntar, deslizó su acusación a Sánchez por "mentir de forma reiterada por los vínculos con los gerifaltes de una dictadura criminal. A ver si se ponen de acuerdo su ministro de Fomento y el de Interior sobre lo que pasó en Barajas, que escandaliza a toda la UE, ni tampoco se respeta Estado de derecho a la orden de un preso cambiando el Código Penal. Un golpe al Estado depende de lo que necesite usted de los golpistas".

El siguiente asalto trajo el golpe más duro. El líder de Vox, Santiago Abascal, preguntó directamente: "¿Se reunió el señor Ábalos con Delcy Rodríguez por instrucciones expresas del presidente del Gobierno". No hubo respuesta. Pedro Sánchez se limitó a defender que "Ábalos hizo su deber, que fue evitar una crisis diplomática con su intervención". Abascal lo voy a intentar: "Esto es muy fácil señor Sánchez: un ministro español acude al aeropuerto e impide que sea detenida...".

Pero recibió la esperada onda expansiva en forma de tinta de calamar: "Lo único que saben hacer es ruido, señor Abascal. La ultraderecha hasta incluso nos conmueve… pero si son ustedes los que criminalizan a los inmigrantes y dicen que que son los principales causantes de la violencia. Un partido político que defiende mucho España, pero financiado con dinero iraní. Muchas explicaciones tendrán que dar ustedes… El interés que tiene su grupo por Venezuela es tan falso como los visados de la señora Monasterio", dijo poniendo el broche a su intervención jaleada por las risas y aplausos de la bancada socialista.

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