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La jugada de Sánchez: coloca a Iglesias como 'mediador' con el separatismo en la mesa de diálogo

El vicepresidente que quitaba el sueño a Sánchez y se iba a inhibir en las cuestiones catalanas será uno de los negociadores del Gobierno.

Iglesias y Torra en el Palau de la Generalidad | EFE

Jugada maestra con reparto de papeles. El Gobierno descarta oficialmente el mediador que propuso en la anterior legislatura, que motivó un auténtico terremoto interno en el PSOE, y que ahora hace suyo el independentismo y el presidente Quim Torra, pero al tiempo anuncia la incorporación del vicepresidente, Pablo Iglesias, en la mesa de negociación con el independentismo que ha de reunirse este mes de febrero.

Un anuncio que deslizó este lunes en primer lugar la portavoz socialista, Adriana Lastra, hablando en nombre del Gobierno y en contra de la separación de poderes: "Es un Gobierno muy unido, muy cohesionado, que trabaja muy bien y donde no hay problemas de individualismos o de egos... A mí me parecería muy bien que estuviera Pablo Iglesias o cualquier de los 22 ministros" en la mesa de negociación, señaló en un desayuno informativo.

Unas declaraciones que respetaban el protocolo de la coalición progresista: primero avanza el PSOE y después confirma Podemos. Algo que ha hecho el vicepresidente, Pablo Iglesias, al filo de las 13:00 horas en una entrevista en La Sexta: "El presidente me ha pedido que esté, por lo tanto, mi obligación es estar. Me voy a esforzar mucho y voy a tratar de ser útil a mi país. Creo que hace falta diálogo, diálogo y diálogo".

Confirmación que le proyecta como el nuevo interlocutor del Gobierno para Cataluña, a falta de saber quiénes serán el resto de los miembros del Ejecutivo que constituyan ese foro de diálogo, y que consuma el giro estratégico y político del Gobierno sobre este asunto, ya que era Pablo Iglesias quien no sólo quitaba el sueño a Pedro Sánchez precisamente por su discurso sobre Cataluña durante la campaña electoral sino que, una vez consumada la coalición progresista, se llegó a argumentar desde el propio Gobierno socialista que Iglesias se inhibiría en las cuestiones territoriales aparcando el derecho a decidir.

Hoy parece ser Pedro Sánchez quien aparca definitivamente sus postulados sobre Cataluña al elegir como interlocutor a un perfil más próximo al independentismo. Iglesias encarna el discurso en defensa de la libertad de los presos, el derecho a decidir y hasta una consulta sobre la independencia. Preguntado hoy por estas concreciones, Iglesias esquivó el balón: "A priori yo creo que no puede haber ningún tema excluido. En una mesa de diálogo político cualquier tema es legítimo y se tiene que poner encima de la mesa. A partir de ahí los acuerdos a los que podamos llegar es fundamental que no tratemos de condicionarlos a través de los medios de comunicación" para evitar "la presión" que pudiera entorpecer "mejores acuerdos".

En resumen: el Gobierno dice ‘no’ al mediador pero utiliza a Iglesias para mediar y, ante todo, para avanzar, al menos, hacia el terreno y los postulados independentistas.

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