Sánchez acelera la presentación de sus PGE ante un "retraso" de las catalanas a otoño

Los Presupuestos están en el horno. El instrumento político que garantiza la estabilidad de la legislatura, que motivó la caída de Pedro Sánchez en la anterior legislatura por la enmienda a la totalidad de ERC, y que serían los primeros Presupuestos Generales del Estado en ver la luz de la Administración de Sánchez, motiva todos y cada uno de los pasos del Ejecutivo y constituyen la cara B de la agenda catalana.

Pedro Sánchez abandonó este viernes Cataluña con la satisfacción del deber cumplido y más cerca de lograr su principal objetivo: presentar Presupuestos "cuanto antes". Había dudas hasta ahora en Moncloa por la presentación de unas cuentas públicas que estaban en vilo y a expensas de la negociación con los independentistas quienes, a su vez, supeditaban su apoyo a la celebración de la mesa de diálogo entre Gobiernos este mismo mes de febrero.

El ejecutivo entiende ahora que el escenario está despejado para darle estabilidad a esta legislatura pues la normalización de las relaciones en Cataluña desbloquea el debate presupuestario –hasta ahora en stand by en la nevera gubernamental a la espera de una cita en el calendario–, y permite volver al calendario previsto inicialmente: presentación en marzo, aprobación en junio.

Éste era realmente el principal objetivo de la reunión con Quim Torra: lograr una rectificación del president tras una semana amenazando con "reventar" y "dinamitar" la mesa de diálogo entre gobiernos pactada con ERC que permitiera presentar los PGE y dar el pistoletazo de salida al debate presupuestario. La "sorpresa" fue que se produjo. Torra pasó de "reventarla a liderarla, a robársela a ERC" en una jugada que explican fuentes del PSC con las que se entrevistó Sánchez durante los dos días de la gira catalana.

"Fue Puigdemont quien forzó a Torra a dar un golpe de timón para erosionar a ERC" quitándole el caramelo que constituye a día de hoy su principal éxito político, la mesa de diálogo entre gobiernos que ERC arrancó al PSOE en la negociación de la investidura. Una forma de "ganar tiempo", dilatando los plazos mientras se vacía de contenido el foro de diálogo y poder desplegar la estrategia contra ERC por "haberse vendido por un plato de lentejas".

Se trata de una ofensiva a medio/largo plazo con la que Carles Puigdemont pretende en último termino "retrasar las elecciones al otoño" y tener margen para revertir la tendencia demoscópica de una ERC a la cabeza en la pugna por el espacio independentista. "ERC está muy fuerte", explican estas fuentes, y por eso es importante recalcular los plazos más favorables para Junts per Cat. Algo que motiva la sugerencia que hizo el primer secretario del PSC a Pedro Sánchez a puerta cerrada en la sede del partido: presentar los PGE cuanto antes para que a ERC "no le puedan flaquear las piernas" por estar inmerso en la precampaña electoral y por la necesidad de buscar un nuevo logro político tras arrebatarle Torra la mesa de diálogo.

"Ahora ERC podrá colgarse la medalla de apoyar unos buenos presupuestos para Cataluña, con partidas económicas importantes" que podrá rentabilizar en Cataluña con su apoyo en Madrid mientras sus adversarios votan en contra. Es decir: ahora o nunca. Son conscientes en Moncloa que hay que acelerar al máximo para amarrar el apoyo de ERC y éste será el mensaje principal, con el que saldrán los ministros del retiro político que se celebra este sábado desde las 9:30 en la finca toledana de Quintos de Mora. En el orden del día que avanza Moncloa está la "agenda legislativa del trimestre, contexto económico y estabilidad presupuestaria". Traducido: los Presupuestos han salido de la nevera y ya están en el horno.