El nuevo adalid del separatismo leonés, el alcalde socialista José Antonio Díez, ha saltado a la palestra mediática recientemente por aprobar una moción a favor de la autonomía de la región leonesa. El estilo político del primer edil que quiere abanderar el denominado ya como Lexit, se basa en tergiversaciones de la historiografía de Castilla y León, y modificaciones a su antojo. Pero será que Díez está acostumbrado a falsear documentos según le convenga.
Al menos es lo que el PSOE central en Madrid le echó en cara hace dos años. El partido dijo no saber nada sobre el representante del leonesismo y su currículum inflado con un máster que jamás hizo. Fue la respuesta tajante de los socialistas al culebrón montado por el rupturista castellano. José Antonio Díez había culpado a su propio partido de ser ellos los responsables de inventar un máster en su vida laboral. Prácticamente, el primer edil explicó que "se debía a un error del Portal de Transparencia del PSOE".
El partido socialista, en vista de las justificaciones de su candidato a la alcaldía de León, se vio obligado a explicar cómo funciona el Portal de Transparencia de sus representantes. La directiva volvió a acusar a Díez asegurando que "son los propios candidatos los que rellenan las casillas en blanco de su currículum", resultando, por lo tanto, imposible que nadie del comité central socialista publicara el falso máster.
Y así, por gracia divina, según sus protagonistas, apareció junto a la licenciatura de Geología del alcalde, un máster en Hidrogeología realizado en la Universidad Complutense de Madrid. Salpicada por la polémica, la propia universidad informó a lo medios de que en el campus no tenían ni idea de ese máster. Es más, nunca constó ni existió en el programa en toda la historia de la universidad madrileña.
Esta noticia se dio a conocer en 2018. El que era portavoz socialista del ayuntamiento leonés había hinchado su currículum con mentiras. Un escándalo. Después de haber sido reprobado por sus jefes socialistas de Madrid, el precursor del Lexit respondía a la prensa local (León Noticias) admitiendo que debía haber sido un "error de transcripción". Una débil justificación que no cuajó ni convenció a nadie.
A por el Lexit
Hay que decir que esta mancha en su trayectoria política no ha imposibilitado que se erigiera alcalde de la capital de León. Y en vista de que la jugada del máster fantasma no le pasó factura, consiguió tomar posesión de su cargo el 5 de julio de 2019.
Hasta la fecha, el geólogo no cesa en el empeño de protagonizar polémicas. La última, y la más sonada, su alianza con Podemos y UPL (Unión del Pueblo Leonés) para proclamar la independencia leonesa. Díez ha hecho propio el discurso de UPL dejando atónito a más de un votante. Voces de su mismo partido le achacan que nunca llevó en su programa electoral su deseo de romper en dos trozos Castilla y León.
En este sentido, hace poco el alcalde instaba a que se hiciera "pedagogía fuera de León para entender el sentimiento histórico que tienen en la tierra". Porque sí, lo suyo es ideología identitaria, y así lo admiten los que se definen como pioneros del Lexit.
Su sueño pasa por inventar, como lo hiciera con su máster, una nueva Comunidad Autónoma llamada Región Leonesa. Díez bebe del tribalismo separatista catalán y sigue la estela de Gabriel Rufián. Insiste en que a León se la desprecia y es una región agraviada permanentemente por (redoble de tambores) la derecha política centralista de Castilla y León.
La España que vacía bolsillos
Para paliarlo, el político propone el levantamiento de fronteras y la unión de Salamanca y Zamora con León. Provincias, por cierto, a las que ni tan siquiera ha preguntado si desean formar parte de su utopía leonesista. Para acrecentar el melodrama y avivar las llamas del Lexit, el socialista ha declarado recientemente que "León se muere".
Y para resucitar a esa ciudad que, tal y como Díez describe, está ya convulsionando, la solución del socialista pasa por nuevas administraciones y más subvenciones de las arcas comunes destinadas a la autonomía de León. Lo que se traduciría en más aumento del gasto público para los castellanoleoneses y más chiringuitos con sus cargos correspondientes. Es decir, la receta del PSOE leonesista para la España Vaciada consistiría en vaciar (aún más) el bolsillo de los contribuyentes. Lo de siempre.