Versiones contradictorias y cambios de discurso en una jornada de rectificaciones múltiples que evidencia hasta qué punto Pedro Sánchez es rehén de sus socios de ERC. Tras anunciar por la mañana la suspensión de la mesa de diálogo hasta después de las elecciones catalanas, el Ejecutivo da un nuevo volantazo impuesto por ERC tras una visita sorpresa del portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, a La Moncloa en la que se manifestó el enfado de los de Junqueras por haber puesto "por escrito" sus intenciones reales en un comunicado. Fuentes conocedoras del encuentro aseguran que Rufián" ha pedido que se cumplan los acuerdos y así se hará".
El primer comunicado llegó a las 12:35 de la mañana desde el Palacio de la Moncloa anunciando que "espera poder iniciar un diálogo con las instituciones catalanas para resolver el conflicto en cuanto haya hablado el pueblo catalán y se constituya el nuevo Parlament, así como el nuevo Govern". Y añadían: "Cuanto antes se celebren las elecciones y haya nuevo Gobiern, antes iniciaremos el diálogo".
Casi dos horas después, a las 14:17h de la tarde, llegaba la reacción por parte de ERC, primero en forma de tuit del presidente del grupo parlamentario en Cataluña, Sergi Sabrià, y después vía comunicado. El partido de Junqueras trasladaba su profundo malestar por lo que consideraba "un incumplimiento flagrante de lo acordado y una irresponsabilidad absoluta". Respuesta visiblemente forzada en mitad de las quejas de los de Puigdemont, JxCAT, que no han tardado en aprovechar la ocasión para atacar a ERC por "su pago por adelantado" para investir a Sánchez. "Se confirman las dudas de entregar cheques en blanco a Sánchez", escribía también la portavoz de Torra, Meritxell Budó, en las redes sociales.
Ajornar la mesa de negociació és un incompliment flagrant de l’acord i una irresponsabilitat absoluta. No tenim temps per perdre. Queden molts mesos per les eleccions. És urgent obrir la via política.
A la reunió entre presidents cal posar data imminent a la mesa entre governs.
— Sergi Sabrià (@sergisabria) January 30, 2020
La rectificación del Gobierno ha tardado menos de siete horas. En un nuevo comunicado enviado a las 18:57 de la tarde, la Moncloa ha reculado manifestando su "clara vocación de iniciar el diálogo" pero asumiendo que "no se dan las mejores circunstancias para iniciar un diálogo entre gobiernos cuando uno de ellos ha puesto punto y final a la legislatura y el nuevo Govern no podrá constituirse hasta la celebración de las anunciadas elecciones".
Pese a todo, añaden: "hemos escuchado poner en duda nuestra voluntad de dialogar y nuestro compromiso de cumplir los acuerdos pactados", lo cual lleva al Gobierno a dar una insólita marcha atrás en su discurso escrito: "para descartar cualquier duda respecto a nuestra voluntad, manifestamos nuestra disposición a celebrar la meas de diálogo entre gobiernos acordada, antes de las elecciones catalanas".
Una rectificación que se produce tras una visita sorpresa improvisada del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, al Palacio de la Moncloa, de una hora de duración, según confirman fuentes conocedoras del encuentro y en clara respuesta a un comunicado de los republicanos escenificando su presunto enfado por el retraso de su principal exigencia en el acuerdo que alumbró la investidura de Pedro Sánchez, pese a que este retraso estaba "pactado entre ambos", según las fuentes gubernamentales consultadas.
Rectificación... a medias
Las fuentes de Moncloa consultadas por Libertad Digital explican que se ha tratado de un "error de comunicación" en el que se ha puesto por escrito una posibilidad en un "escenario abierto". Sin embargo, las citadas fuentes admiten que no sólo la voluntad de Pedro Sánchez es dejar para después de las elecciones esa mesa de diálogo entre gobiernos sino también la de ERC. El error ha sido ponerlo negro sobre blanco.
Una concreción en documento público que no estaba pactada con ERC como sí lo estaba el retraso de la mesa de diálogo, según estas fuentes, que explican cómo el Gobierno no da un paso sin consultarle a ERC como demuestra la indefinición en la que se ha visto inmerso el Ejecutivo desde la declaración de Quim Torra este miércoles por la mañana hasta este jueves.
A rebufo de cada paso, los socialistas explican que su retraso se justifica en que no tiene sentido que se celebre con un presidente interino y provisional que no será el candidato en ésos comicios, y que esto también beneficia a ERC porque "ERC ahora no puede prestarse a un frente de acción conjunto con Junts en una situación de ruptura total" con Torra.