Infierno, dolor, sufrimiento y muchas lágrimas. Los padres españoles que han acudido a la maternidad subrogada en Ucrania no pueden volver con su bebé. Su desdichada situación continúa. Se encuentran retenidos y la embajada española les ha cerrado la puerta.
La pesadilla para las familias empieza el 18 de febrero de 2019, día en que Dolores Delgado, al frente del Ministerio de Justicia, modificaba los requisitos para los bebés por gestación subrogada procedentes de Ucrania. Una triquiñuela por la puerta de atrás, tal y como describen los afectados, que "esconde intenciones puramente ideológicas, sectarias y, sobre todo, ilegales ante la Comunidad Internacional de Derechos Humanos". Y por si fuera poco, el calvario prosigue cuando consiguen salir del país. Los bebés no tienen derecho a médicos, medicamentos o guarderías.
Apingu, plataforma apartidista por la Protección de la Infancia Nacida en Georgia y Ucrania mediante maternidad subrogada, ha dirigido una carta a la ONU a la que ha tenido acceso este periódico. Los padres están dispuestos a llegar hasta el Tribunal de los Derechos Humanos de Estrasburgo. "El partido socialista ha dejado sin patria a bebés de padres españoles. Solo pueden regresar con pasaporte ucraniano. En la embajada española, desde que Pedro Sánchez llegara al poder, nos emplazan a que solicitemos la ciudadanía de nuestro hijo a Ucrania. Esto es totalmente ilegal y lo hemos denunciado ante el Tribunal Supremo mediante recurso de casación. Lo que hizo Dolores Delgado, la ministra de Justicia, no tiene nombre, no saben el dolor que están causando a menores, son bebés ¡Dios mio!", relata Ilanit Snir, una de las madres y presidenta de la plataforma.
"Es un sinsentido. Desde el pasado 18 de febrero de 2019, cuando estaba Dolores Delgado al frente del Ministerio de Justicia, se dicta una instrucción por parte de la Dirección General de los Registros de Notariado en la que, para aquellas familias que acudan a países reguladores de la gestación subrogada donde no existe una sentencia judicial, se necesita para dar inscripción a los niños dicha sentencia judicial. Esa sentencia es imposible de conseguir ni en Ucrania ni en Georgia porque la figura jurídica que se requiere no existe en esos países porque no es necesario. El PSOE está solicitando algo que sabe que es imposible de conseguir. Y esa sentencia no existe porque la jurisprudencia internacional avala ya la inscripción y los procesos de filiaciones de los nacidos por gestación subrogada. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos es prevalente, esa jurisprudencia avala que nuestros hijos puedan ser inscritos sin problemas en el registro", explica a Libertad Digital la afectada mientras escuchamos a su bebé de once meses de fondo al otro lado del teléfono.
Bebes sin patria
Cáncer de ovarios, infertilidad o enfermedad de la madre o el padre, parejas homosexuales, son los motivos que llevan a acudir a buena parte de los padres a la gestación subrogada. Por ahora, los que acudieron a Ucrania y Georgia siguen atrapados. Sus hijos son bebés apátridas con los riesgos que ello conlleva.
Mari Luz, otra de las madres que tuvo que recurrir a la gestación subrogada, también narra a este diario las penalidades que ha tenido que vivir. Tras pasar un cáncer, decidió que lo mejor era adoptar. Pero, según cuenta, pasaron diez años y, debido a su enfermedad, la sacaron de las listas para la adopción. Ahora espera un bebé de su gestante en Ucrania. Está muy asustada, sabe que no podrá salir de allí con su bebé hasta que no obtenga el pasaporte ucraniano para el niño.
"Tardan unos seis meses en dártelo. Ucrania está concediendo los pasaportes por pura humanidad. Nunca antes habían vivido nada igual. Según la Constitución española y los derechos universales, los hijos de padres españoles son españoles. Es muy triste a lo que nos están abocando. No somos delincuentes. Son acuerdos libres de personas adultas con gestantes que están encantadas y cuentan con todas las garantías sanitarias", expone Mari Luz quien nos envía una foto de la ecografía del hijo que esperan.
La futura madre narra desde la desesperación que aún tienen esperanza, y esperan que desde las Naciones Unidas les escuchen. "Tener un hijo debe ser una bendición, tenía que primar los derechos del menor. Vendré con mi hijo rezando, esperando a que mi niño no le pase nada en este tiempo de apátrida".
Sin médicos
Pero lo peor viene luego. Alrededor de 1.000 familias españolas regresaron en 2019 de Georgia y Ucrania con sus bebés españoles, pero con pasaporte ucraniano o georgiano. Lo que anteriormente había sido algo normal, ahora es una lucha en las instituciones. A Lara y Raúl les ha tocado padecer los cambios acometidos por el gobierno socialista.
El proceso es duro, "durísimo", especifica Lara. "Primeramente hay que demostrar la filiación paterna y después coadoptar a tu propio hijo", argumenta otra de las madres, Alicia Orriols. Hasta dos años puede tardar la justicia en reconocer los derechos del menor como español. Mientras tanto, los recién nacidos no tienen derecho a médico. Tampoco a medicamentos, ni guarderías. Sus padres no pueden solicitar la baja por maternidad y, durante ese tiempo, el niño de pasaporte ucraniano no tiene padres. Más de 200 bebés en lo que va de año se encuentran en esa situación de desatención sanitaria. Solo pueden ser atendidos por urgencias. De lo contrario, deberán pagar la factura correspondiente.
"No entiendo un gobierno que habla de diversidad, de ayuda a las familias, y que se se defina como progresista, se comporte así. ¿A mí me tienes que crucificar? Mi hijo es un menor, es español y deben respetarlo como tal. Que luego piensen de la gestación subrogada lo que quieran. No hay nada que ocultar, ni en el trato que se le da a la gestante, ni hay nada oscuro. Yo voy a ser madre y mi hijo no va a tener los mismos derechos que van a tener los hijos de mis amigos, los hijos de mis sobrinos, los míos no tendrá sanidad. Es inadmisible", comenta Mari Luz.
"Esto está catalogado por las Naciones Unidas como violencia infantil. Los niños por ley están blindados con derechos jurídicos. Lo que está haciendo el partido socialista es una vulneración de los derechos humanos de niños que son españoles de origen. Los han despojado de todo lo que les pertenece", relata Orriols.
La situación de Alicia es surrealista. Tiene dos hijos por gestación subrogada. Uno de ellos es anterior al 18 de Febrero de 2019. El otro no. Por lo tanto, uno es español con todas las de la ley, y el segundo bebé no tiene patria. Junto con su marido, abogado, están preparando otra demanda conjunta para denunciar al PSOE por discriminación.
Lara y Alberto, otra pareja afectada por la medida de Delgado, consiguió volver a España después de 5 meses en el extranjero. Su bebé vino con pasaporte ucraniano. Ahora no da crédito a que "sea maltratado de esta manera por el gobierno español".
"En la Seguridad Social no nos han dado de alta y no tiene Seguridad Social, nos dijeron que teníamos que pagar una factura como los inmigrantes ilegales. Tampoco tiene plaza como española para una guardería. Yo no tengo baja maternal ni mi marido puede solicitarla porque mi bebé no está afiliado como español No entiendo que un gobierno que se declara feminista nos haga esto a las mujeres. Le guste o no a la ministra, mi niña es española".
Ilanit está muy preocupada. "Si mi marido y yo nos separamos, el hijo no tiene padres. En caso de fallecimiento de los progenitores ¿dónde terminaría mi niño? ¡Por Dios! ¿Es que no se dan cuenta del daño que están haciendo a los menores?", exclama Ilanit.
Alberto y Patri, ambos de 34 años, siguen atrapados en Ucrania y esperan a que le concedan la ciudadanía. "Esto es una técnica de reproducción asistida más. Son nuestros hijos, nuestro sueño. ¿Somos culpables por formar un familia? Estamos desamparados hasta que no se le conceda a Amelia el pasaporte ucraniano, España nos da de lado y la recién nacida está en un limbo legal".
Negación del PSOE
Lo cierto es que los intentos de las familias de negociar con los socialistas han sido en vano. "Nos han dicho que no van a recular. Que tengamos que recurrir al Tribunal Supremo para suplicar por nuestros bebés clama al cielo", especifica la portavoz de Apingu.
No es nuevo. Carmen Calvo, la vicepresidenta del Gobierno, alegó que eran vientres de alquiler a los que se estaban explotando. Por su parte, María Luisa Carcedo, exministra de Sanidad, llegó a compararlo con el tráfico de órganos.
Desde Apingu no entienden "la deriva radical" que ha tomado el partido socialista. La propia Carmen Calvo fue abucheada por las Juventudes Socialistas en junio de 2017 en un acto del partido. "La propia militancia, que está a favor, se encuentra silenciada. Es una postura radical la que ha tomado el partido socialista. Hubo una instrucción con Pedro Zerolo que reconocía los derechos de los niños nacidos mediante gestación subrogada en otros países. Su partido se ha radicalizado girando las tornas hacia lo contrario y ni el diálogo es posible con ellos".
Pero lo que ha causado un absoluto revuelo e indignación han sido las recientes declaraciones de Nuria Medina, diputada y secretaria del área de Igualdad del PSOE en Navarra. La socialista navarra ha declarado que "apoyan señalar a esas agencias y a esos supuestos padres que salen en la tele diciendo que todo es maravilloso". Y la política remata: "No, no, no. Debemos señalar a esos padres y a esas madres y señalarlos desde el PSOE como hacemos con los puteros".