El Ejército del Aire podría tener un único modelo de caza de combate en el futuro. Pese a que las principales fuerzas aéreas del mundo trabajan con, al menos, dos sistemas de armas, los responsables actuales del Ministerio de Defensa consideran que el caza polivalente Eurofighter Typhoon es lo suficientemente solvente como para poder ser en el futuro el único caza de combate en servicio, según han explicado fuentes militares a Libertad Digital.
La primera decisión que se debe afrontar en lo que a la sustitución de los actuales cazas de combate F18 Hornet se refiere es qué se va a hacer con las unidades destinadas actualmente en el Ala 46 (base aérea de Gando, en Canarias). Son las más antiguas de las que prestan servicio en el Ejército del Aire –fueron compradas de segunda mano a la US Navy estadounidense– y su vida operativa está previsto que concluya en torno a 2023.
Los actuales responsables ministeriales consideran que la única opción viable en estos momentos es la del caza Eurofighter Typhoon, especialmente si puede ser de la denomina Tranche 3, la versión más moderna que existe en el mercado actualmente. Aunque, eso sí, también son conscientes de que es muy posible que no sean ellos los que terminen tomando esa decisión, que podría ser competencia del equipo ministerial que les sustituya en el futuro.
El planteamiento es muy similar en lo que se refiere al resto de cazas F18 Hornet que están en estos momentos en servicio. Se trata, exactamente, de los que forman parte del Ala 12 (base aérea de Torrejón de Ardoz, en Madrid) y el Ala 15 (base aérea de Zaragoza) del Ejército del Aire, que son más modernos que los desplegados en Canarias y cuya vida operativa está previsto que se pueda alargar hasta el año 2030.
Creen que el Eurofighter Typhoon es la única opción porque el F35A estadounidense sería inviable económicamente, pese a que son los cazas por los que están apostando muchos de los socios de la OTAN. La puerta sí estaría abierta para el F35B, de despegue vertical, única opción en el mercado para sustituir a los AV-8B Harrier de la Armada. Pese a esto, los actuales responsables de Defensa son conscientes de que no serán ellos quienes deban tomar esa decisión dentro de, al menos, un quinquenio.
Luz verde al PC-21 Pilatus y el problema del 8x8
Las mismas fuentes militares han explicado que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) ha desestimado en las últimas horas el recurso que había presentado la empresa norteamericana Textron Aviation contra la resolución del concurso del avión entrenador que tiene que sustituir a los actuales cazas C-101, y en el que su modelo T-6 Texan II no había resultado ganador.
Con esta decisión se da ahora vía libre al Ministerio de Defensa para que pueda firmar el contrato con la empresa suiza Pilatus, cuyo modelo PC-21 fue el seleccionado por la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) para ser el futuro avión-entrenador del Ejército del Aire. El montante económico total de la operación es de 204,7 millones de euros e incluye 24 aeronaves y varios sistemas de simulación.
Respecto al problema generado con el blindado 8x8 del Ejército de Tierra, sobre todo después de que la DGAM dejara desierto el contrato por los primeros 348 vehículos el pasado diciembre, los responsables del Ministerio de Defensa están estudiando cómo solucionar el problema y las fuentes consultadas indican que están barajando tres o cuatro opciones para que la adquisición de estos vehículos salga adelante "sí o sí".
Las tres prioridades del departamento de Margarita Robles son tener los vehículos cuanto antes mejor, proteger los sistemas desarrollados por SAPA e Indra en los que se ha gastado un montante económico de 92 millones de euros, y que sea un modelo 100 por 100 español que pueda ser exportable. "Salga lo que salga se tienen que cumplir estos tres puntos", explican, tras lo que dejan claro que "no va a haber más dinero ni se van a aceptar menos unidades".
El FCAS y la factura a futuro de los PEAS
Respecto a la marcha del programa FCAS para diseñar junto a Francia y Alemania el caza de combate del futuro, las fuentes consultadas dicen que no se ha producido un retraso en el pago de los 100 millones de euros que España debía aportar en estos momentos para sumarse al proyecto, sino que han sido presentados los avales en regla, lo que permitiría a nuestro país entrar de pleno derecho en los primeros acuerdos de implementación.
En esta línea, han explicado que ya se ha celebrado la primera reunión entre las tres empresas que van a liderar el proyecto (Dassault, Airbus Alemania e Indra) y que no habrá que afrontar un nuevo pago relacionado con este proyecto hasta el año 2021, cuando se deberían afrontar un pago de 250 millones de euros si se siguen manteniendo las actuales cifras, que establecen que cada país se hace cargo de un 33 por ciento del proyecto.
Por último, las mismas fuentes también han explicado que los compromisos de pago a futuro por los denominados Programas Especiales de Armamento (PEAS) se han visto reducidos en más de 1.200 millones de euros en los últimos dos años. Hace dos años la factura a futuro acumulada era de 8.400 millones de euros, una cifra que en la actualidad se ha visto reducida a 6.400 millones de euros.