El Gobierno recién nombrado tiene deberes encima de la mesa. A su trabajo cotidiano de echar a andar y empezar a legislar sobre las medidas sociales pactadas con Podemos se le suma una primera, urgente y apremiante, en primer pago a sus socios de ERC: la mesa de diálogo entre gobiernos, conforme a lo pactado entre PSOE y ERC. Un encuentro que se tendría que producir, en exigencia de los republicanos, "en quince días" desde la constitución del Gobierno y tras una primera reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalidad, Quim Torra, para rehabilitar políticamente al jefe del Ejecutivo catalán.
El presidente Sánchez ya dejó claro este martes que no asume el criterio de la Junta Electoral de inhabilitar a Torra porque entienden que es una decisión "administrativa" que está pendiente de su ratificación por parte del Tribunal Supremo. Una decisión que en Moncloa no esperan de forma inminente: "El TS tardará al menos un mes", lo cual apremia a la celebración de esta reunión urgentemente.
Según fuentes gubernamentales consultadas por Libertad Digital, el Ejecutivo trabaja para cerrar la reunión entre Sánchez y Torra "a finales de la semana que viene", el jueves o el viernes, habida cuenta de que la agenda de principios de semana está repleta. El lunes será el día de las ejecutivas de los partidos y preparación en Moncloa del Consejo de Ministros, que tendrá lugar el martes por la mañana; por la tarde, el presidente del Gobierno viaja a Davos para asistir al prestigioso foro económico del que retorna el miércoles 22 por la noche pese a que el Foro Davos no concluye hasta el viernes 24.
El motivo que avanzan fuentes de Moncloa a LD es que la intención es despejar la agenda el jueves 23 y viernes 24 de enero por si fuera posible celebrar entonces el encuentro Sánchez/Torra. Hay esperanzas de que así sea, habida cuenta de la "cordialidad" que han mantenido ambos en sus dos últimas conversaciones telefónicas. La primera y después de meses de llamadas perdidas fue el pasado 17 de diciembre, en la semana de negociación previa a la investidura de Pedro Sánchez y en ella ambos dirigentes quedaron en mantener un encuentro inminente; la segunda, fue este mismo martes 14 de enero a raíz del accidente en la fábrica petroquímica de Tarragona pero no ha trascendido si hablaron de algo más que del siniestro.
El presidente intentó camuflar la primera de las conversaciones con Torra exigida por ERC con una ronda con todos los presidentes autonómicos pero tal parece que en esta ocasión, ya investido presidente, no tendrá necesidad de esconderse y dejará para después la ronda prevista con el resto de presidentes. El tiempo apremia para cumplir la segunda exigencia de los republicanos: la mesa entre gobiernos "en quince días" a contar desde la constitución del Gobierno, según lo pactado por escrito entre PSOE y ERC. Una mesa entre gobiernos que podría sufrir un posible retraso, según las fuentes consultadas, aunque la intención es que tuviera lugar en la última semana de enero.