El Mundo
"Sánchez exhibe su poder sobre los fiscales para cumplir con ERC". Mira que algunos pensábamos que había apartado a Dolores Delgado por una gotita de decencia, una miajita de vergüenza. Pues qué va, el tipo es un gualtrapa moral de pies a cabeza. Rosell lo califica de "deriva populista". Algunos de chulería matonista sin freno. "No ha tenido el más mínimo reparo ni ético ni estético". ¿Pero qué clase de tipejo nos preside? "La despótica decisión de Sánchez es uno de los más descarados ataques a la independencia del poder judicial que se han infligido en la etapa democrática". Es que ya no vivimos en una etapa democrática.
Tadeu ve el nombramiento como "el triunfo garantizado de la información vaginal" que tanto le gusta a la exministra. Jorge Bustos dice que ya va siendo hora de que dejemos de escandalizarnos con las cacicadas de Sánchez. "Es Sánchez, por amor de Dios". "Él ha sido investido y ahora España es suya. Y quiere que lo sepan todos, empezando por los jueces. Por eso pone a Delgado. Porque esta legislatura va a declarar la guerra a todo el que se oponga a Sánchez". Y cuenta con una potente ametralladora mediática. A las trincheras… o al exilio.
Rafa Latorre recuerda la profecía de ayer de Federico en su columna. "Aún veremos de Fiscal General del Estado a Dolores Delgado. Y todos al leerla, excepto Sánchez, pensaron que se trataba de una filigrana retórica. Una hipérbole. Qué va". Pobre Federico, tener el don de leer la mente de Sánchez debe producir pesadillas terroríficas. "Sánchez carece de ningún freno moral y dispone de una artillería mediática capaz de transformar el estupor en rutina en una sola mañana. Podía haber nombrado a cualquier otro de cuantos le garantizaban la obediencia y además el decoro", que los hay a porrones. Pero no. "Con el nombramiento de cualquier otro no habría hecho uno de los más temibles alardes de autoritarismo que se recuerdan a un presidente y de eso va la cosa", de que nos quede claro quién manda aquí. Temíamos a Iglesias y resulta que el dictador estaba en el PSOE.
El País
"Ola de críticas a Sánchez por elegir a Delgado para dirigir la Fiscalía". Carlos Cué se limita a criticar a los críticos. "Las críticas fueron durísimas. Pablo Casado llegó a decir que Delgado será la ministra número 23 y acusó a Sánchez de acabar con la división de poderes". Qué barbaridad, un ultra Casado, un hooligan, eso no se había escuchado nunca en este país. ¿Le queda un ápice de sentido del ridículo a Carlos Cué? Eso sí, ni mención a la bendición a los prostíbulos de Villarejo de la exministra. Ni editorial. Ni opinión. Es El País de Sánchez.
ABC
"¿De quién depende la fiscalía? Pues ya está". Fin de la cita. Por primera vez y sin que sirva de precedente, "Sánchez cumple con lo que dijo en campaña sobre su intención de controlar la Justicia". Explica el editorial que "sin prestigio que proteger y sin expectativas de retomar una carrera fiscal respetable, Delgado representa el modelo de temeridad que Sánchez necesita para apoyar sus cesiones al separatismo". Vamos, que la protectora de la información vaginal está tan metida en la basura que ya qué más da por ahogarse en el fango. Ignacio Camacho también lo tiene claro. "Sánchez ha ordenado tomar las instituciones judiciales por asalto y envía a Delgado como avanzadilla del desembarco. Exhibición de autoridad, de desdén por las críticas, de jactanciosa demostración de altanería, de provocación corporativa, de descarada ostentación de servilismo y disciplina. De suficiencia cesarista. Un aquí mando yo". Un macarra y un chulo playa que no se molesta ni en disimular. Menudo peligro tiene el gachó.
La Razón
"Los fiscales denuncian la designación de Delgado: 'Nos quieren maniatar en el procés'". Marhuenda denuncia el ataque sin precedentes al Poder Judicial". Delgado "ha sido elegida para que pueda actuar como brazo ejecutivo de la política de desjudicialización del proceso separatista catalán, que es tanto como decir la búsqueda de una salida impune para quienes cometieron un grave atentado contra la unidad de España consagrada en la Constitución. Y ya hemos visto que con la Abogacía del Estado, Pedro Sánchez no tuvo el menor escrúpulo". Para Abel Hernández "la justicia y los medios de comunicación independientes, sobre los que también pende la amenaza, representan la última barrera frene a la arbitrariedad del poder. Pero hay más. El desprecio a las formas institucionales ninguneando al Rey, al que el presidente Sánchez ni siquiera acudió en persona a presentarle la lista del nuevo gobierno, en una señal más del desprecio al orden constitucional que ha regido hasta ahora en España y que está en peligro". Uy en peligro, no queda ni rastro. Sálvese quien pueda.
La Vanguardia
La crónica de Juan Carlos Merino refleja cómo Sánchez ha declarado la guerra a media España. Dice que ayer celebraban en el PSOE el nombramiento de Delgado. "¡Órdago a la grande!, esto va a ser Vietnam". Vale, pues si quieren guerra, habrá guerra. Qué bajo ha caído el PSOE.