Irak es el segundo país –después de Líbano– donde más efectivos tienen desplegadas las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil fuera de nuestras fronteras. La cifra oscila entre los 550 y los 600 efectivos dependiendo de las rotaciones de cada momento, de los que el 83 por ciento pertenece al Ejército de Tierra. El número exacto no se puede precisar porque el Ministerio de Defensa lleva varios meses sin facilitar cifras oficiales sobre los despliegues en las misiones en el exterior.
La tarea principal de estos efectivos es la de adiestrar y mentorizar en diferentes técnicas militares al ejército local. El objetivo es que puedan mantener la seguridad y la integridad territorial del país por sí mismos en el menor espacio temporal posible. Muchos de los militares locales entrenados por los militares y guardias civiles españoles fueron determinantes a la hora de recuperar las partes del país que estuvieron controladas durante varios años por Estado Islámico.
La misión se realiza bajo dos banderas diferentes. La principal, en la que participan la gran mayoría de los españoles, es la de la coalición internacional que se conformó para luchar contra Estado Islámico y de la que forman parte casi 70 países, aunque no todos colaboran militarmente con la misma intensidad. La secundaria, mucho más reducida numéricamente hablando, está liderada por la OTAN.
Los militares y guardias civiles españoles están desplegados en 4 localizaciones diferentes. La base principal, con la gran mayoría de la fuerza, se encuentra en Besmayah, una pequeña localidad ubicada a un centenar de kilómetros al sureste de la capital iraquí. Allí se encuentra un amplio campo de entrenamiento donde se adiestran minuciosamente a los batallones del ejército iraquí y de la policía federal.
En Bagdad, hay españoles desplegados en dos ubicaciones. Por un lado, en el Centro de Apoyo Diplomático, situado en el aeropuerto de la ciudad, donde se encuentra un equipo de operaciones especiales conformado por miembros de los tres ejércitos. Por otro lado, en la base Union III, dentro del casco urbano, donde hace dos días la OTAN recolocó a sus efectivos y envió a 10 de los 13 militares españoles que había a Kuwait.
En la base aérea de Taji, situada en la ciudad del mismo nombre, ubicada unos 50 kilómetros al noroeste de la capital iraquí, se encuentra la denominada Task Force Toro, un despliegue de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET) que incluye 6 helicópteros: tres Cougar y tres Chinook. El pasado mes de agosto las aeronaves españolas superaron las 2.500 horas de vuelo sobre el espacio aéreo iraquí.
La última ubicación de las tropas españolas en Irak se encuentra en la base aérea de Al Taqaddum, situada en la localidad de Habbaniyah, unos 100 kilómetros al oeste de la capital iraquí. Allí se encuentra desplegado un equipo de operaciones especiales conformado por militares de los tres ejércitos, además de un avión no tripulado Orbiter del Ejército de Tierra, apto para realizar misiones de reconocimiento, conflictos de baja intensidad y operaciones de guerra urbana.
Ninguna de las bases en las que hay militares y guardias civiles españoles han sido víctima en las últimas horas del ataque con misiles balísticos de Irán contra bases en Irak con presencia de tropas estadounidenses. Durante la madrugada, el aparato de propaganda iraní dijo que también habían atacado la base de Taji, donde está la Task Force Toro, pero la coalición internacional lo ha desmentido tajantemente.
Fuentes del Ministerio de Defensa han explicado este miércoles que "las bases que han sufrido los impactos no contaban con personal perteneciente al contingente español" y, por tanto, "ningún miembro del contingente español ha sufrido daños como consecuencia de estos ataques". "La ministra, que está en contacto permanente con nuestro contingente, ha constatado que nuestros militares están tranquilos", han añadido las mismas fuentes.