Lo de las cajas fuertes, "archivadores", según Susana Díaz y más bien muebles de archivos de seguridad con llaves y no claves, sigue ocupando espacios en la comunicación andaluza, sobre todo por la reacción socialista que empequeñece el hallazgo con un debate sobre la condición del continente y margina la trascendencia del contenido, que pone en cuestión tanto a Manuel Chaves como a Gaspar Zarrias como responsables iniciales de los procedimientos irregulares que dieron origen al "fondo de reptiles" de los ERE.
Caliente aún el caso, ahora cuenta ABC que la afición al secretismo y a la seguridad superlativa de los gobiernos socialistas anteriores al actual, se concreta en una cámara acorazada –que esperemos no termine siendo una caja de zapatos–, en el mismo Palacio de San Telmo en el que han gobernado hasta hace un año Manuel Chaves, José Antonio Griñán y Susana Díaz sucesivamente.
La cosa tiene su miga porque al parecer en el Palacio hay puertas camufladas, pasillos bien largos sin mucho sentido y finalmente, una cámara acorazada situada en un edificio adjunto en una habitación blindada a la que sólo puede accederse con huella digital y lector del iris del ojo.
La cámara no está en lo que era el palacio original de San Telmo sino en un edificio construido posteriormente que se encuentra en los jardines oculta tras una puerta. Cuenta con dos elementos identificativos que tampoco se ven a simple vista: un lector de huella digital y otro lector de iris, ambos necesarios para poder acceder a su contenido, algo que sólo puede hacer una persona que ha sido requerida para ello por el nuevo gobierno.
En su interior, se ha dicho que sólo había actas del Consejo de Gobierno, lo cual es bien extraño porque tales actas son documentos públicos publicados en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía. La pregunta es si en su interior había otro tipo de documentos que ya no están y es la pregunta que se hace la actual Junta de Andalucía.
Además de las "cajas" fuertes de la consejería de Economía donde aparecieron los convenios de Hijos de Andrés Molina, firmados por Gaspar Zarrías y otros ex altos cargos, de las cajas fuertes encontradas en la Fundación FAFFE y de esta cámara acorazada, ha aparecido otra caja fuerte en la Consejería de Hacienda que aún no se ha abierto porque no se encuentra la llave.
No se encuentra explicación para el hecho de que el gobierno saliente no informara de la existencia de todos estos receptáculos especiales al gobierno entrante. La nueva Junta ha ordenado investigar todos los edificios que dependen del gobierno por si pudieran aparecer más sorpresas bajo la forma de archivadores, cajas fuertes o cámaras ocultas.