Tarde trágica en Barcelona. A primera hora de la tarde la Guardia Urbana encontraba muerto a un joven en la calle Sant Pere Més Baix, en una zona conocida como el "Agujero de la Vergüenza". Según los primeros datos, dos individuos se enzarzaron en una pelea en la que uno de ellos resultó degollado. El autor del crimen huyó a pie.
Pocas horas después, sobre las siete y media de la tarde y en la localidad barcelonesa de Llinars del Vallés se produjo un tiroteo en el que se vieron implicadas tres personas. Un hombre se acercó a otros dos, uno de ellos policía local, y abrió fuego resultando muerto un ciudadano y herido el agente, al que le salvó la vida el chaleco antibalas. El agresor huyó a pie tras efectuar ocho disparos.
Mossos d'Esquadra y policías locales de Barcelona y Llinars buscan a los autores de ambos crímenes. El primero, en Barcelona, se ha producido en una zona connotada por ser un foco de inseguridad. El mes pasado ya fue apuñalado otro joven sin que todavía se haya podido detener al autor. En agosto también se produjeron dos apuñalamientos en la misma calle. Los vecinos denuncian que robos, altercados y toda clase de delitos son escenas habituales en la zona. En cuanto al segundo crimen, el ciudadano asesinado podría tratarse de un confidente.