El equipo educativo del centro de menores extranjeros de Hortaleza, donde los Tedax detonaron este miércoles de forma controlada una granada antigua de fabricación rusa hallada en su interior, ha emitido un comunicado en el que afirma que no sabe quién introdujo el artefacto explosivo, aunque se refieren a un exresidente –cuando se informó del suceso, se supo que este individuo es magrebí–, "mayor de edad", que intentó entrar en el lugar "en torno a las 6:30", y al que los vigilantes le impidieron el acceso.
Los trabajadores del Centro de Primera Acogida (CPA) Hortaleza informan de que, en sus instalaciones, viven "en torno a 100 chicos en un espacio concebido para 35" y que su proyecto pasa por la "atención urgente de la infancia madrileña". "En la actualidad es imposible realizar este proyecto". Sostienen que los primeros damnificados son los jóvenes, y que el equipo de profesionales está saturado, con unos "niveles de estrés laboral continuado".
El equipo educativo del CPA Hortaleza afirma que el hecho ocurrido este miércoles "no se puede considerar aislado de la situación prolongada e insostenible" del lugar, donde conviven "jóvenes con diferentes patologías mentales, conductuales, dependencias a tóxicos y otras problemáticas de riesgo". A esto hay que unir, dicen, "la presencia de adultos exresidentes que deambulan por los alrededores al cumplir la mayoría de edad", que no tienen "otro medio de acogimiento" y cuya mayor referencia es el mencionado centro.
Los profesionales del CPA rechazan que el suceso de este miércoles sea utilizado por los "diferentes grupos políticos", ni tampoco "por la prensa demagógicamente" –en buena parte de los medios, se señala a Vox como responsable de lo ocurrido, mientras en otros se ocultan las informaciones que muestran que el presunto culpable es magrebí–.
Según los trabajadores del CPA,
la explicación de lo ocurrido es la siguiente: en torno a las 8:45 am nos avisa el personal de seguridad de que la policía está en el patio, hay un objeto sospechoso que se va a investigar. Debemos permanecer dentro del centro. La Policía realiza sus investigaciones y determina que es un artefacto explosivo que proceden a detonar los especialistas. No sabemos quién lo ha introducido. Ha sido observado por el equipo de vigilancia del Centro. En torno a las 6:30 am un exresidente, mayor de edad, intenta entrar en el centro y se lo impiden los vigilantes. Ese es el único hecho. No hay ninguna información más. La policía hace su trabajo y nosotros solo queremos realizar nuestra actividad educativa y de ayuda a la infancia.