Suspense hasta el último minuto en la conformación de la Mesa del Congreso. Después de dos semanas de intensas negociaciones entre PP, Vox y Ciudadanos, el PSOE ha hecho un movimiento de último minuto que echa por tierra los esfuerzos negociadores de las tres formaciones del centro derecha evidenciando su incapacidad de alcanzar acuerdos para hacer frente a la izquierda.
Según adelantaron fuentes socialistas a Libertad Digital, el PSOE ha renunciado a aplicar el llamado cordón sanitario a Vox con el objetivo de garantizarse la vicepresidencia primera para Alfonso rodríguez Gómez de Celis. De esta forma, el PSOE ha renunciado también a no presentar dos candidatos en la segunda de las votaciones de este martes, la de las vicepresidencias, para no divir sus votos en dos candidatos y arrebatar la vicepresidencia primera a la popular Ana Pastor gracias a la suma de sus votos con los de Podemos. Es decir, tal y como avanzaban fuentes del Gobierno, "Vox tendrá la vicepresidencia cuarta de la Mesa", sin necesidad de pactar con el PP, al ser el cuarto grupo más votado.
Un pronóstico que se ha cumplido en la segunda votación de la mañana que ha arrojado 108 votos para el socialista Alfonso Rodríguez Gómez de Celis;101 votos para la vicepresidenta segunda, la popular Ana Pastor; 77 votos para la podemita, Gloria Elizo y 52 para el vicepresidente cuarto, Ignacio Gil Lázaro, de Vox, ex miembro de la Mesa por el PP en la primera legislatura de Mariano Rajoy.
Levantan el 'cordón sanitario'
En caso contrario, de haber presentado los dos candidatos a vicepresidente que le corresponden al PSOE, los socialistas habrían obtenido la vicepresidencia segunda y la cuarta, haciendo triunfar el llamado 'cordón sanitario' a VOX impidiendo la presencia de los de Santiago Abascal en el órgano rector de la cámara, algo que habían calificado como una "cuestión de principios".
En el trasfondo de la decisión radica la intención del PSOE de maniatar al PP garantizando la presencia de su competidor natural en el único órgano parlamentariao en el cual no tenían asegurado su acceso. De hecho, los socialistas habían presionado durante las últimas semanas al PP para que se sumaran al veto a los de Vox y este martes facilitan su presencia con una maniobra soterrada.
Uno más para la izquierda
En el PSOE manifiestan su estupefacción ante "la incapacidad negociadora del PP" que ha posibilitado que el bloque de izquierdas en la Mesa sume un diputado más frente al de las derechas. En principio estaba previsto que PSOE y Podemos sumaran cinco miembros (3, 2) frente a los cuatro de las derechas (2 PP, 1 Cs y otro Vox). Finalmente será un 6/3, tres para PSOE y tres para Podemos, dándole un miembro más a los de Pablo Iglesias.
Al término de las votaciones, se sucedieron los gestos de complicidad y júbilo entre las portavoces de PSOE y Podemos, Adriana Lastra e Irene Montero. 'Objetivo cumplido', parecían decirse hablando en petit comité desde sus escaños. Tras el último panel de votaciones, Lastra y Montero han chocado al alza sus manos en señal de victoria.
Atónitos en Vox
Fuentes de Vox aseguraban a Libertad Digital en plenas votaciones que estaban "estupefactos" por la maniobra del PSOE que les permitía entrar en la Mesa. Incluso llegaban a mostrar sus dudas hasta el último momento, con las votaciones ya iniciadas. Una vez constatado el resultado, no ocultaban su sorpresa por lo ocurrido.
De hecho, el presidente de Vox, Santiago Abascal, llegaba a levantarse de su escaño para hablar con los diputados del PP y comentar la jugada. También el portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, se acercaba a la bancada naranja y mantenía una larga conversación con el diputado de Cs, José María Espejo-Saavedra.
Fuentes del partido aseguran que "ahora se fían menos del PP" que ha preferido votar a Cs, "a pesar de que era inútil," antes que apoyar a Vox, aseguran. Y les señalan como responsables de que la izquierda tenga un puesto más que le correspondería a los de Abascal. Recuerdan que ellos están apoyando gobiernos de PP y Cs en varias comunidades y ayuntamientos de forma "gratuita". El presidente del partido ha asegurado en Twitter que "toman nota" lo que anticipa dificultades en futuras negociaciones de los tres partidos para sacar adelante medidas o presupuestos allí donde gobiernan.
El desencuentro de la derecha
La estrategia del PSOE evidencia la desunión de la derecha para alcanzar acuerdos en el Congreso, anticipando lo que puede ocurrir en el resto de la legislatura. Las negociaciones entre PP, Vox y Cs quedaron rotas a última hora del lunes ante la negativa de los de Abascal a aceptar la propuesta de los 'populares' para que el partido naranja obtuviera uno de los dos asientos que podrían corresponderles a ellos.
Una oferta que los de Santiago Abascal consideran un "chantaje" que buscaba aprovecharse del cordón sanitario impuesto por la izquierda. Finalmente el veto no se producía lo que daba una victoria simbólica al PSOE que lograba situar el foco mediático durante los dos últimos días en el desencuentro del centro derecha. Fuentes del PP, "desconcertadas", aseguran que esta maniobra "retrata la capacidad del PSOE de hacer una cosa y la contraria en menos de 24 horas".
Las negociaciones fallidas
Las negociaciones entre PP, Vox y Cs partían de la premisa de que la izquierda se uniría para intentar impedir que los de Abascal entraran en el órgano rector de la cámara. Con estas cuentas, los tres intentaron llegar a un acuerdo sin éxito. Fuentes de Vox aseguran que cuando el PP evidenció que no facilitarían la entrada de Cs, llegaron a ofrecerles quedarse ellos con tres puestos y uno para Vox, algo que también rechazaron por "coherencia".
Aseguran los de Abascal que "no necesitan pactar para votar por principios" y ponen de ejemplo su apoyo a Ana Pastor como candidata a la presidencia del Congreso en la segunda votación en la que debían elegir entre la 'popular' y la socialista Meritxel Batet, sin poder votar a su propio candidato. Un gesto que no sirvió para que saliera elegida la candidata del PP.
Ciudadanos, que con diez escaños aspiraba a obtener un representante en la Mesa, negoció con Vox tras conocer la oferta de Casado el lunes, sin éxito, por lo que trataron de buscar otro pacto con el PSOE para garantizarse el apoyo de los socialistas en la votación de las secretarías. Sin embargo, según fuentes de Ciudadanos, los socialistas rechazaron también un acuerdo, guardándose bajo la manga su maniobra final con la que facilitaban la entrada de Vox en la Mesa del Congreso.