Una vez más, silencio. El Gobierno se ha sumido en el más profundo secretismo en el marco de su negociación con ERC, no sólo de puertas para afuera sino también para adentro, tras la celebración de una consulta que ocultó a los militantes la llave de su pacto de gobierno con los secesionistas republicanos.
Un silencio no sólo en aras del éxito de la negociación, sino que también responde a las suspicacias del PSOE con ERC. Según fuentes socialistas, los socialistas han acusado un notable malestar con los republicanos por filtrar el viernes a última hora la composición de las mesas de negociación que habían pactado que fueran secretas. Una filtración de ERC que no quiso siquiera confirmar el PSOE y que motivó el aviso a navegantes de la portavoz socialista, Adriana Lastra, a ERC pidiendo, al día siguiente de la filtración, "indispensable discreción" en este proceso de diálogo.
Ahí está la causa de que se hayan redoblado las cautelas. El mutismo es absoluto y seguirá siéndolo hasta el próximo jueves, cuando la delegación socialista integrada por Adriana Lastra, José Luis Ábalos y Salvador Illa se reunirá con la de ERC, Gabriel Rufián, Marta Villalba y Josep María Jové, el llamado arquitecto del 1-O. Hasta entonces, y tras el resultado de la consulta de los republicanos, no habrá declaraciones en público ni información en privado.
Y eso ha evidenciado este lunes la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo. En un acto en materia de Igualdad en el Matadero de Madrid, la número dos del Ejecutivo en funciones fue preguntada por si habrá diálogo entre gobiernos como exige ERC. "A quienes no condenan la violencia de género los tenemos que poner en solfa", dijo arrimando el ascua a su sardina hablando veladamente de Vox. En un segundo intento al término del acto, la vicepresidenta sólo añadió: "Vamos a esperar a que ERC termine la consulta y qué disposición tiene para facilitar la investidura".
Omertá a la espera de un acuerdo que hoy facilitan desde el PSC. A una semana de que se celebre su congreso regional, los socialistas catalanes han dado a conocer el texto de su ponencia en el que vuelven a insistir en su posición sobre el reconocimiento de la plurinacionalidad y el reconocimiento de Cataluña como nación. Una posición común con la de todo el partido, plasmada negro sobre blanco en la Declaración de Granada de 2017, pero de la que intentó distanciarse Pedro Sánchez en la última semana de campaña electoral.