Los posconvergentes se suman a la subasta para la investidura de Pedro Sánchez y ponen sus propias condiciones. Tras una reunión de los grupos parlamentarios de Madrid y Barcelona con Carles Puigdemont en modo videoconferencia, la portavoz y número uno en el Congreso Laura Borràs ha detallado las exigencias de la formación heredera de Convergencia.
Los separatistas de Puigdemont quieren que Pedro Sánchez llame a Quim Torra, presidente de la Generalidad, y establezca una relación de gobierno a gobierno, punto en el que posconvergentes y republicanos coinciden. A partir de ahí, la lista de la compra de Junts per Catalunya (JxCat) se complica, puesto que exigen a Sánchez que reconozca a Carles Puigdemont como interlocutor y se avenga a aceptar la figura de un mediador internacional, el relator que salió en la reunión de Pedralbes de diciembre del año pasado.
El voto de los siete diputados de JxCat en el Congreso no es matemáticamente determinante, pero sí en el plano político, pues ERC no quiere aparecer como el único aliado de la alianza socialcomunista. Los republicanos quieren arrastrar a la abstención a sus socios de gobierno en Cataluña para que el apoyo al dúo Sánchez/Iglesias no les pase factura en su pugna con JxCat en las próximas autonómicas. De ahí que la primera condición para dialogar con Sánchez sea el trato "de Govern a Gobierno", canal que incluye a Torra.
La novedad es que los posconvergentes incluyen ahora a Puigdemont y la figura del relator, peticiones que tanto van dirigidas al PSOE como a ERC, toda vez que Laura Borràs ha destacado que el PSOE no se ha puesto todavía en contacto con ellos para negociar la investidura.