PP, Vox y Ciudadanos condenaban este martes en términos muy duros la sentencia de la Audiencia Provincial de Sevilla sobre el caso ERE que condena, entre otros, al ex presidente de la Junta de Andalucía, el socialista José Antonio Griñán, a seis años de prisión.
Como "el robo del dinero destinado a los parados andaluces" definía el escándalo el número dos de los populares, Teodoro García Egea, quien comparecía en rueda de prensa en la sede central del partido. El portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, se refería al PSOE como "uno de los partidos que más ha robado en la historia de España, y no historia muy lejana, sino, como estamos viendo ahora, muy reciente" y pedía "rendir un homenaje" a la instructora del caso, la juez Mercedes Alaya, "a la que tan mal se la ha tratado por su valentía y por su capacidad de ponerse en contra del PSOE".
Tanto los de Pablo Casado como los de Santiago Abascal pedían a la cúpula socialista y a su líder, Pedro Sánchez, asumir "responsabilidades" sin especificar si eso debería traducirse en la dimisión del presidente del Gobierno en funciones. Tampoco lo decía Inés Arrimadas, la portavoz parlamentaria y futura líder de Ciudadanos, que en Twitter se preguntaba: "¿Sánchez o alguien del PSOE asumirán responsabilidades políticas o la corrupción solo es intolerable si es de otros?".
Arrimadas no pide la dimisión, Rivera sí
Sin embargo, en un mensaje publicado antes en la misma red social, el ex presidente del partido naranja, Albert Rivera, preguntaba a Sánchez directamente si iba a dimitir y compartía un vídeo en el que se resumían sus intervenciones parlamentarias preguntándole por ello al Secretario General del PSOE.
Por su parte, el portavoz adjunto de Ciudadanos, Edmundo Bal, que atendía a la prensa en la sede central del partido para valorar la sentencia, sí pedía la dimisión: "Debería, en pura coherencia, presentar su dimisión, lo mismo que en su momento planteó y protagonizó la moción de censura que llevó consigo el cese del Gobierno de Mariano Rajoy como consecuencia de un asunto también escandaloso, también muy grave, de corrupción política del PP".
Igualmente, Bal ponía en valor el papel jugado por Ciudadanos cuando en 2015 exigió al PSOE la renuncia de Griñán y Manuel Chaves, condenado ahora a nueve años de inhabilitación, como condición sine qua non para negociar la investidura como presidenta andaluza de la socialista Susana Díaz, que terminó respaldando.