El Gobierno en funciones de Pedro Sánchez exhumó los restos de Francisco Franco el pasado 24 de octubre tras recibir el visto bueno del Tribunal Supremo. Ahora, tras el anuncio de Sánchez y de Pablo Iglesias de un principio de acuerdo para gobernar en coalición España, surge esta pregunta: ¿Peligra la Cruz del Valle de los Caídos con la llegada de Podemos al Gobierno?
En este contexto, lo primero que hay que recordar es el informe que presentó Podemos en septiembre de 2018 para derribar la gran cruz de 150 metros que corona el Valle de los Caídos, bajo el título "Recuperemos el Valle de Cuelgamuros para la democracia". La propuesta de la formación morada sostenía que la Cruz "podría demolerse" para después "utilizar su residuo gravoso para crear otro monumento de dignificación y respeto a las víctimas".
Con el objetivo de la "desacralización" del espacio y su "total recuperación", el plan incluía tomar el control público de la basílica, que se encuentra excavada 250 metros en el interior de la roca y apostaban por "revisar" los acuerdos de 1979 entre el Estado y la Santa Sede que dieron a la Iglesia su control.
Según Podemos, no se proponía "apartar" ni "eliminar la simbología religiosa" que se encuentra actualmente en el lugar, "sino dar a Patrimonio Nacional un control sobre el espacio". Para la reconversión del espacio, se planteaba organizar un concurso público internacional y que intervengan "artistas, urbanistas y arquitectos" para "romperlo físicamente" sin que ello signifique "ni mucho menos destruirlo", concluía la propuesta del partido de Iglesias.
No cabe duda de que Podemos al formar Gobierno con el PSOE de Sánchez volverá a abrir el debate sobre la reconversión del Valle de los Caídos y la demolición de la Cruz. Sin embargo, para lograr su propósito tendrá que hacer frente a varios obstáculos. Precisamente, este miércoles se ha conocido que un grupo de forenses evaluará las posibilidades de sacar los restos de 31 personas inhumadas en el Valle de los Caídos que cuentan ya con un expediente abierto a petición de sus familiares, después de que lo haya autorizado Patrimonio Nacional.
En primer lugar, el Valle de los Caídos figura en el catálogo de bienes protegidos del Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial. Según su ficha urbanística, posee "un grado de protección integral": "Únicamente se permitirán obras de rehabilitación y mantenimiento, siendo necesario para el resto de obras la elaboración de un Plan especial que valore el impacto de las obras que se pretendan". Es decir, para demoler la Cruz se tendría que elaborar una plan especial por el consistorio y que éste fuera avalado por la Comunidad de Madrid.
En segundo lugar, todo el término municipal de San Lorenzo de El Escorial está declarado Bien de Interés Cultural BIC por la Comunidad de Madrid desde 2006, aunque no se cite explícitamente al propio Valle de los Caídos. Además, el Monasterio y Real Sitio recibieron en 1984 la declaración de Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco.
Por último, hay que hacer referencia al papel de los monjes benedictinos. La encomienda a esta comunidad religiosa de Cuelgamuros se reguló en un Decreto-Ley, fechado el 23 de agosto de 1957, en el que se establece la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos. Tal y como ha trascendido en las últimas semanas, Sánchez tras formar nuevo Gobierno se podría plantear expulsar a los benedictinos del Valle.
Todo lo reflejado anteriormente, indica que el Gobierno de Sánchez e Iglesias no lo tendrá fácil para demoler la gran Cruz del Valle de los Caídos. No obstante, tal y como afirmaba el abogado de la Familia Franco Luis Felipe Utrera Molina en declaraciones a Libertad Digital, "todo es posible, después de que el Supremo haya avalado que alguien pueda enterrar al abuelo de alguien en contra de la voluntad de sus familiares". Recordamos que la familia Franco presentará un recurso contra la exhumación ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo TEDH en los próximos meses.
El Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial no ha querido hacer declaraciones a LD sobre la protección de la Cruz del Valle de los Caídos. Por su parte, Patrimonio Nacional ha asegurado a este diario que "el monumento del Valle de los Caídos no es uno de sus bienes y que lo administran temporalmente desde 1982".
El diseño y la construcción de la gran Cruz
Antes de construir la gran Cruz del Valle de los Caídos se realizaron numerosos diseños a lo largo de casi diez años. Tras el fallecimiento en 1950 del arquitecto director de las obras, Pedro Muguruza, su sucesor Diego Méndez logró dar forma al esbozo definitivo, conjugando la solución de los problemas técnicos con un trazado que se adecuara a la simbología cristiana de la Cruz. Al mismo tiempo se conseguía una simbiosis total con el entorno natural: el cerro de la Nava es utilizado como pedestal milagrosamente surgido en el centro del anfiteatro para aupar en su propia verticalidad la de la Cruz, cuyos brazos se prolongan en los de la cadena montañosa que la circunda.
Su altura total es de 150 metros, de los que 25 corresponden al basamento con los evangelistas, 17 al cuerpo intermedio con las virtudes y 108 al fuste de la Cruz. Si a ello se añade la altura de la peana rocosa sobre la que se alza, habría que sumarle los otros 150 correspondientes a ésta. La longitud de los brazos es de 46’40 metros.
La estructura del conjunto se ha fabricado con hormigón armado reforzado con un bastidor metálico y recubierto con cantera labrada y mampostería de berrugo. La construcción se hizo sin andamiaje, elevando la edificación desde dentro, como si se tratara de una chimenea; al mismo tiempo iban subiendo las escaleras y el montacargas, donde ahora existe un ascensor, por el interior. Los brazos, con una orientación norte-sur, se realizaron también sin andamios, colgando una plataforma del armazón de hierro, según se iba montando éste.