Con solo unos pocos cientos de personas, el Tsunami Democràtic, la organización separatista investigada en la Audiencia Nacional por el asalto al Aeropuerto de El Prat, es capaz de poner en jaque al Gobierno en funciones del PSOE. Los separatistas cuentan, eso sí, con la complicidad del gobierno de la Generalidad y de su presidente, Quim Torra, que no se cansa de apoyar las movilizaciones separatistas a pesar de las graves afectaciones en la movilidad de las personas y a la economía.
Este martes por la mañana, Torra afirmaba que el desalojo del Tsunami en Francia no debía comportar cargas de la policía y volvía a asegurar que la función de la Generalidad era garantizar el derecho de manifestación, mensaje ratificado horas después por la portavoz del Govern, Meritxell Budó.
Torra actuaba de nuevo como presidente de los Comités de Defensa de la República (CDR) y del Tsunami. La orden de la consejería de Interior a los Mossos era estricta y estaba basada en las consideraciones de Torra. No había que cargar contra los que habían cortado la frontera por La Junquera durante 24 horas, sino negociar con ellos.
Al otro lado, en la parte francesa, el ministerio del Interior de Christophe Castaner ha dado una lección de eficacia a Fernando Grande Marlaska, su homólogo en funciones, y a la consejería de Interior de Miquel Buch. Los antidisturbios de la Gendarmería resolvieron en cuestión de minutos el corte de la frontera con el uso del gas pimienta, herramienta de la que disponen los Mossos pero que no han podido utilizar por órdenes políticas.
Más detenciones en Francia
A pesar de la oposición de los manifestantes, los gendarmes despejaron la autopista sin mayores problemas y con ayuda de los sprays de pimienta. Cierto es que no se lanzaron objetos contra los policías ni les agredieron como ocurre en España. Otra diferencia: los policías franceses practicaron 17 detenciones; los Mossos, dos, una de ellas la de un camionero que bloqueado por los manifestantes trató de avanzar a marcha lenta mientras los separatistas apedreaban el vehículo.
En el lado español actuó por primera vez desde la publicación de la sentencia del Tribunal Supremo la Guardia Civil, que junto al cuerpo autonómico, logró evitar que los manifestantes se reagruparan en la autopista.
El Tsunami ya pide dinero
Tras haber cortado la frontera durante un día, la siguiente acción del Tsunami ha sido la de establecer una web para el pago de donativos, un clásico del independentismo. Aseguran los promotores de la organización que llevan gastados casi doscientos mil euros y necesitan de la solidaridad de los simpatizantes para seguir con sus actividades y ayudar a los "represaliados" a pagar las multas de grúa y la defensa legal en Francia.
Cortes en Barcelona
Después, han convocado un nuevo corte de a Ap-7, esta vez a su paso por Gerona. El propósito del Tsunami es mantener el corte durante toda la noche. También se atribuyen los atascos en la parte vasca de la frontera francesa, que se debería, según la propaganda separatista, a una marcha lenta convocada por el Tsunami. Por su parte, los CDR han llamado a cortar los accesos a Barcelona por la Diagonal, la Meridiana y la Gran Vía. Cientos de miembros de estos grupos han logrado bloquear la ciudad a placer sin que la Guardia Urbana interviniera más que para impedir el paso a los conductores y motoristas que pretendían saltarse los cortes de los CDR.