Comedia en el parlamento catalán. Tras cambiar el orden del día y aprobar a toda prisa una moción de la Cup para "ejercer el derecho de autodeterminación", el presidente de la cámara, Roger Torrent, de ERC, utiliza como excusa a los servicios jurídicos de la cámara para que el acuerdo no se publique en el Boletín Oficial del Parlament, el "Bopc".
Con el cambio del orden del día para votar en primer lugar la moción irredenta de la Cup se pretendía sortear el enésimo aviso del Tribunal Constitucional (TC) sobre las responsabilidades penales del presidente y los miembros de la Mesa al tramitar textos alusivos al supuesto derecho de autodeterminación. Y se ha logrado, según fuentes de la cámara, por tres minutos. Es decir, que la votación se ha culminado 180 segundos antes de que arribara al Parlament la suspensión de la moción decretada por el Tribunal Constitucional.
La misma "argucia" de la independencia
Así y en teoría, Roger Torrent, el "bravo" presidente de la cámara, habría esquivado el riesgo de desobedecer al TC, pero como no las tenía todas consigo ha permitido en una reunión posterior de la Mesa que los servicios jurídicos evitaran dar curso a la publicación del acuerdo en el boletín, "argucia" similar a la que se llevó a cabo el 27 de octubre de 2017 con la votación que declaraba la independencia de Cataluña.
La grotesca sesión ha tenido otra derivada, la bronca entre Torrent y el gobierno regional, puesto que el presidente de la cámara no solo ha cambiado el orden del día sino también la hora del pleno, que estaba previsto en un principio para las tres de la tarde y ha comenzado a las nueve de la mañana, media hora antes de la habitual reunión de los martes del ejecutivo autonómico.
De este modo, los dos miembros del Govern que son diputados, el presidente Quim Torra, y el consejero de Interior, Miquel Buch, ambos de Junts per Catalunya (JxCat) no han podido asistir al esperpéntico pleno. La portavoz de la Generalidad, Meritxell Budó, no se ha ahorrado críticas en una carta enviada a Torrent y en la que le recuerda que un cambio de horario sin previo aviso no se había producido en el pasado y no debería volver a ocurrir.