Inés Arrimadas es la candidata "más preparada" para suceder a Albert Rivera y "la que más consenso puede aglutinar". Los entrecomillados podrían suscribirlos muchos dirigentes de Ciudadanos, pero son de Ignacio Aguado en una entrevista este martes en Espejo Público, de Antena 3. El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, cuyo entorno trasladaba este lunes, con el cadáver político de Rivera aún de cuerpo presente, que no descartaba postularse para liderar la formación, da así un prudente paso al lado, aunque sin cerrarse la puerta del todo.
Su actitud, tanto en público como en los mensajes que su equipo traslada, contrasta con la de la descabezada cúpula riverista, que se mantiene, Arrimadas incluida, en un mutismo absoluto, sólo roto para cantar las alabanzas, fundamentalmente a través de las redes sociales, del que hasta este lunes era su jefe.
Únicamente Juan Carlos Girauta ha ido más allá, al anunciar este lunes en esRadio que él también abandona la política, tras muchos años de estrecha colaboración con Rivera. Pero el resto de riveristas, como José Manuel Villegas, Fernando de Páramo o Fran Hervías, el conocido también como núcleo catalán, guarda prudente silencio. Esta misma semana el Consejo General, comandando por otro riverista acérrimo, Manuel Bofill, se reunirá para dar forma al congreso extraordinario de la formación, el quinto en su historia, que incluye unas primarias previas para elegir a la nueva presidencia y su Ejecutiva.
Al mismo tiempo, se debe ir poniendo en marcha el nuevo y mermado grupo parlamentario, en el que a nadie se le escapa que la figura preponderante será Arrimadas, a la que acompañan De Páramo o independientes como Edmundo Bal o Marcos de Quinto entre las diez personas que lo componen, donde también hay miembros veteranos como Guillermo Díaz, diputado por Málaga, o Marta Martín, la parlamentaria por Alicante que llegó a ser, en 2016, miembro de la dirección del grupo.
Garicano cierra filas con Arrimadas
Arrimadas cuenta de partida con un gran apoyo, el de Luis Garicano. El jefe de la delegación de Ciudadanos en el Parlamento Europeo, cabecilla del sector crítico que puso en jaque a la formación hace meses –y que llegó a discutir acaloradamente con Arrimadas en privado en los momentos más tensos, como el día que dimitió Toni Roldán, el hasta entonces portavoz económico– cierra ahora filas. En varias entrevistas en las últimas horas, repite a las claras que la ex líder de la oposición en Cataluña es la persona "ideal" para sustituir a Rivera.
Por su parte, el concejal por Barcelona Manuel Valls, que siempre ha coqueteado con los críticos aunque sin hacer nunca del todo un frente común, aseguraba este martes en una entrevista en la Cadena Ser que lo primero que debería hacer el nuevo Ciudadanos es "facilitar" la investidura de Pedro Sánchez.
En Radio Nacional, el propio Garicano volvía a hablar de la "enorme oportunidad perdida" de pactar con el PSOE tras las elecciones de abril, en las que la suma de socialistas y naranjas daba unos 180 holgados diputados, cuatro más que la mayoría absoluta. Aunque señalaba más a Sánchez que a Rivera como el responsable del desencuentro. "Él tiene que hacer ofertas, él tiene que explicar lo que busca" señalaba sobre lo que tiene que hacer ahora el presidente del Gobierno en funciones.