La Ejecutiva Nacional de Ciudadanos se reúne este lunes, tras el batacazo electoral del partido, para convocar un congreso extraordinario, anunciado anoche por Albert Rivera, en una comparecencia donde admitió el "fracaso sin paliativos y sin excusas", los mismos términos que a la entrada de la reunión ha repetido uno de sus hombres de máxima confianza, el Secretario de Comunicación, Fernando de Páramo.
Casi todos los dirigentes naranja rehuían a la prensa, salvo algunos como el eurodiputado José Ramón Bauzá y el vicepresidente de Castilla y León, Francisco Igea, uno de los representantes más significativos del sector crítico. A su juicio, los españoles han castigado a Ciudadanos en las urnas, en las que ha perdido dos millones y medio de votos y 47 escaños, por no ser "útiles".
Igea, no obstante, considera que "lo terrible" no es que el partido naranja se haya quedado en diez escaños sino, argumenta, la situación en la que queda España. "Este país tiene una amenaza de una crisis territorial muy grande, y nosotros tenemos que estar a la altura" señalaba.
Roldán lamenta la "irresponsabilidad" tras el 28-A
En parecida línea se manifestaba otro de los críticos, Toni Roldán, ahora militante de base tras dimitir el pasado verano de todos sus cargos. En sendos mensajes en Twitter, lamentaba la "irresponsabilidad" que a su juicio supuso no llegar a un acuerdo con el PSOE después de las elecciones de abril, cuando la suma con los socialistas daba, holgadamente la mayoría absoluta. Además, Roldán acusaba a Rivera, sin citarlo, de haber abandonado el rumbo del "centro liberal".
Un espacio que definía como la "antítesis en valores a la extrema derecha, como dique útil frente al nacionalismo, como garante de la estabilidad y la moderación y como impulsor de reformas y regeneración".