Pedro Sánchez ha fracasado con su maniobra de celebrar elecciones en noviembre: la noche electoral le deja con 120 escaños, tres menos de los que tenía; 750.000 votos menos que el pasado 28 de abril y un escenario muy complejo para intentar formar gobierno y evitar el bloqueo del que intentó culpar al resto de partidos en la campaña electoral.
Los otros dos grandes protagonistas de la noche son Vox y Ciudadanos: el partido de Santiago Abascal se convierte en tercera fuerza política con un espectacular resultado: logra el 15% de los votos con un millón más que en abril y obtiene 52 escaños frente a los 24 que tenía.
Tremendo batacazo para Rivera
Por el contrario, los de Rivera, mientras, experimentan una tremendo batacazo: sólo consiguen diez escaños y el 6,7% de los votos, menos de lo que pronosticaban las encuestas más pesimistas para la formación naranja. Pierden nada menos que 47 diputados y dos millones y medio de votos, un enorme desplome en sólo cinco meses que supone la salida del Congreso de nombres muy destacados como Juan Carlos Girauta, Patricia Reyes o el secretario general, José Manuel Villegas.
Para el PP, los resultados son mejores que en abril, cuando obtuvieron sólo 66 escaños, pero no logran ni acercarse a la barrera de los 100 diputados. De hecho, se quedan muy lejos con 88 escaños y un 20,8% de los votos, con medio millón de sufragios más que en los anteriores comicios.
Control de daños en Podemos
Podemos, mientras, pierde menos de lo que podía esperarse cuando se anunció que habría repetición electoral, aunque sufre una notable caída: se deja en estos meses unos 700.000 votos y pasa de 42 a 35 escaños. Curiosamente, para el escindido Íñigo Errejón la noche tampoco ha sido buena: logra sólo tres escaños, que no le servirán para tener grupo parlamentario aunque sí para que él mismo vuelva a ser diputado nacional.
ERC gana en Cataluña aunque pierde dos escaños respecto a abril y se queda en trece; JxCat, mientras, suma un escaño más a los siete que tenía, mientras que la CUP entra en el Congreso con dos diputados. Con estos datos, el separatismo catalán sigue siendo decisivo para formar gobierno, en el caso de que Sánchez consiga reunir los apoyos necesarios. El PNV, mientras, pasa de seis a siete, EH-Bildu sube un escaño y el BNG entra en el Congreso.
Una participación más baja, pero no mucho
Respecto a las elecciones del 28 de abril, la participación ha bajado aunque también menos de lo que esperaba: ha sido del 69,90%, un porcentaje de casi dos puntos menos al registrado en primavera, cuando alcanzó el 71,76 por ciento, pero que resulta bastante alto para tratarse de una repetición electoral.
Pese a estos resultados, Pedro Sánchez salió exultante al balcón de Ferraz acompañado de su mujer y de varios dirigentes del PSOE: "No es mi intención seguir ganando elecciones", dijo a los suyos tras aludir a esta cita electoral como una "convocatoria automática". Todo lo contrario de la comparecencia de Albert Rivera, que asumió la catástrofe de Ciudadanos aunque no anunció su dimisión.
En Vox, se celebró el resultado como "la mayor gesta política de España". Iglesias, mientras, aprovechó su comparecencia para cargar contra Sánchez y culparle del auge de Abascal. En el Partido Popular vivieron una noche agridulce por una remontada insuficiente después del pobrísimo resultado de las elecciones de abril.