El centro de Barcelona es un guateque juvenil desde que el pasado jueves un grupo de estudiantes decidiera plantar sus tiendas de campaña y cortar varios carriles de la Gran Vía. Se hacen llamar la "Generación 14 de octubre" en alusión a la fecha en la que trascendió la sentencia por el golpe de Estado separatista y exigen la liberación de los que llaman "presos políticos", el fin de la supuesta represión y una vida mejor que la de sus padres, según las proclamas que lanzan en redes.
También piden donativos en metálico y en especie. Para los primeros utilizan las urnas de plástico del referéndum del 1-O con el logotipo de la Generalidad; para lo segundo, reclamos en cartones. Necesitan con urgencia elementos como cables para teléfonos móviles de última generación, los más caros del mercado, puré de garbanzos o "hummus", ensalada de pasta y, fundamental, embutidos veganos, tal como se puede apreciar en la fotografía.
Temen, por otra parte, que el ayuntamiento de Ada Colau intente camelarles con un cambio de ubicación, toda vez que ya son casi trescientas las tiendas de campaña que se apelotonan en la plaza y un millar los jóvenes que "resisten" al Estado a base de chorizo sin cerdo y ensaladas de pasta. Así, han organizado turnos de guardia y están en alerta permanente por si aparecen los antidisturbios o los "fachas", caso en el que, según dicen, no les quedaría más remedio que llamar ellos a los antidisturbios.