Sevilla, Cádiz y Hospitalet de Llobregat han sido los enclaves elegidos por Partido Popular, Ciudadanos y Vox, respectivamente, para abrir la campaña de las elecciones generales del próximo 10 de noviembre. Una campaña que sólo durará una semana y en la que los tres partidos tienen un objetivo común: arrebatarle el Gobierno a la izquierda y los separatistas.
Casado, en Sevilla
El líder del Partido Popular, Pablo Casado, ha elegido Sevilla para dar el pistoletazo de salida a una campaña que muchos en su formación ven como "una segunda oportunidad" para resarcirse de los malos resultados del 28 de abril. "Abrimos una campaña en la que se volverá a hacer historia porque nos llevará al Gobierno y permitirá que se pare la crisis económica, que se pare el desafío territorial y se recupere el mayor orgullo que todos tenemos que es el de sentirse español. Vamos a conquistar el futuro de esta gran nación", gritaba Casado desde la ciudad hispalense.
El presidente de los populares ha presumido de la gestión que ha realizado el PP con Juanma Moreno al frente de la Junta de Andalucía y ha cargado contra Pedro Sánchez por haber llevado a España a unas nuevas elecciones "por su incapacidad de pactar". "Nosotros nos presentamos como la garantía del desbloqueo", ha explicado Casado que ha recordado que desde su partido han sido capaces de llegar a acuerdos en comunidades como la madrileña, Murcia o la propia Andalucía. "Si sacamos un escaño más, conseguiremos pactar", ha anunciado.
Eso sí, Casado ha explicado que el presidente del Gobierno en funciones ha planteado estas nuevas elecciones como un referéndum y "sólo hay una casilla para contestar que no queremos a Sánchez como presidente del Gobierno. Cualquier voto que no vaya al PP hará posible que Sánchez sea investido".
Para que esto no se suceda, el presidente de los populares ha finalizado su discurso pidiendo a sus cargos y simpatizantes que digan "que el PP vuelve con más fuerza que nunca para gobernar".
Rivera, en Cádiz
Por su parte, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha anunciado que esta campaña es la de la "remontada" de su partido tras unas encuestas que pintan bastos para los naranjas. "Os pido que nos votéis, que me votéis y que votéis a Ciudadanos", ha pedido.
"Vamos a ser imparables porque creemos en la libertad", ha proclamado Rivera que también ha presumido del Ejecutivo andaluz que comparte con el PP, "un Gobierno de ideas liberales" que ha acabado con los "chiringuitos en Andalucía".
El líder de Ciudadanos ha dicho que tras el 10N "va a abrir el cajón de los pactos" y "va a defender la unidad de España". "Voy a ser el presidente de la gente normal, de los agraviados y sólo voy a coger el teléfono a Torra para cogerle la matrícula y decirle que le voy a cesar si no cumple la Constitución", ha defendido ante sus simpatizantes.
Abascal, en Hospitalet de Llobregat
Vox ha sido el único partido que ha elegido Barcelona para el arranque de la campaña electoral, concretamente Hospitalet de Llobregat, situado a las afueras de la ciudad y considerado un feudo socialista. Desde este municipio, el líder del partido, Santiago Abascal, se ha dirigido a los votantes del PSOE descontentos con la deriva del PSC, partido que ha definido como "esa porquería rendida ante los separatistas".
Abascal ha hecho un repaso por las "traiciones" del PSOE que "abandonó" a los catalanes no independentistas dejándoles en manos de los "traidores" Pasqual Maragall y José Montilla y el "frívolo" Miquel Iceta. "Nosotros jamás os abandonaremos", ha prometido animando a esos votantes a confiar en su partido. Un intento por ampliar su base electoral que ya puso en práctica en la recta final de la pasada campaña electoral.
"La mayor riqueza que tenéis se llama España y no vamos a permitir que nos la arrebaten", ha advertido ante el desafío separatista y el "federalismo" que el PSOE de Pedro Sánchez ha recuperado en su programa electoral forzado por el PSC. Haciendo honor al lema de su partido en esta campaña electoral, España Siempre, el líder de Vox ha defendido la historia del país y la necesidad de mirar al futuro.
Su discurso ha estado centrado en todo momento en la cuestión nacional, con breves referencias a la exhumación de Franco y la inmigración. En varias ocasiones ha repetido las palabras "unidad" y "concordia" como las únicas promesas "útiles" que puede hacer un partido de cara al 10-N. "Adelante españoles de Cataluña, sin miedo a nada ni nadie", ha dicho al concluir su discurso animando a acudir a las urnas en las horas previas a que los políticos puedan pedir oficialmente el voto.