El prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, ha realizado este martes 29 de octubre un "acto de desagravio" en la Abadía del Valle de los Caídos por "un uso de la basílica ajeno a su fin religioso", en alusión a la exhumación el pasado jueves de los restos de Franco.
Antes de comenzar la eucaristía diaria de las 11.00 horas, la primera celebrada tras la profanación, el prior ha celebrado el acto de desagravio, según fuentes cercanas a la Abadía. En los días previos a la exhumación, el prior denunció ante el Papa el "acceso inconsentido" de la Guardia Civil al templo, que había incluido el cierre con "cadenas y candados" el templo. En total, unas sesenta personas han asistido a la eucaristía, en la que el prior ha hecho mención a los "mártires" que reposan en el Valle de los Caídos.
El Valle de los Caídos ha reabierto al público este martes a las 10 horas, ya sin los restos de Franco, cuya sepultura ha sido cubierta por piezas de mármol negro y está precintada. La basílica, en San Lorenzo de El Escorial, permanecía cerrada desde el 11 de octubre.
Los primeros visitantes tras la exhumación han sido Rubén y Cristina, una pareja de moteros de Elche (Alicante) que han llegado a la sierra de Guadarrama tras una ruta por otras provincias y desconocían que este martes reabría el recinto. "Ha sido de casualidad", ha explicado Rubén, de 37 años, a Europa Press, que ha evitado valorar la exhumación de Franco. "Lo que haya ocurrido no lo he vivido y no puedo opinar", se ha limitado a decir.
Entre los visitantes se contaban muchos extranjeros, y también periodistas, apostados a la entrada de la basílica con las cámaras, o sin ellas para acceder al interior y asistir a la primera misa que se ha celebrado en la basílica del Valle de los Caídos tras la exhumación de Franco, cuya sepultura se encontraba entre el coro y el altar mayor.
Para acceder a la basílica hay que atravesar un control de seguridad con escáner, y los vigilantes advierten de la prohibición de grabar o fotografiar en su interior, algo que no ha disuadido a los informadores. Un día antes de la apertura, Moncloa difundió fotos del templo tras la exhumación.
La sepultura de Franco, aunque camuflada, es fácilmente identificable porque permanece precintada. Sobre ella se han arremolinado visitantes curiosos y periodistas que buscaban la foto prohibida por Patrimonio Nacional.
Un vigilante de seguridad se ha desesperado lanzando avisos a los informadores, hasta que ha reclamado el apoyo de una pareja de guardias civiles. Sin embargo, cuando la Benemérita se ha personado en el altar de la basílica, las fotos ya estaban hechas. También se habían depositado flores rojas y amarillas en el lugar donde estuvo enterrado Franco.
De momento, las entradas online para visitar el Valle de los Caídos no se pueden adquirir al menos hasta el mes de enero, tal y como recoge Europa Press de la web de la venta oficial de entradas de Patrimonio Nacional.
Hasta septiembre, los datos de Patrimonio Nacional muestran que casi 400.000 personas visitaron el Valle de los Caídos durante el pasado año 2018, una cifra que podría verse modificada tras la exhumación de los restos mortales del dictador de la basílica el pasado jueves.
Las entradas al monumento se multiplicaron desde el anuncio del Gobierno de Pedro Sánchez de su intención de exhumar los restos de Franco, proceso que se aceleró en agosto último con el decreto ley para modificar la Ley de Memoria Histórica.