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Los grupos separatistas retan al Constitucional con un texto sobre la autodeterminación

JxCat, ERC y la CUP recuperan la unidad de acción parlamentaria y acuerdan una propuesta de resolución en contra del Tribunal Constitucional.

Pere Aragonés y Quim Torra, en el Parlamento catalán | EFE

Conato de desobediencia separatista y desafío al Tribunal Constitucional en el Parlamento catalán. Los grupos separatistas de Junts per Catalunya (JxCat), ERC y la CUP han acordado una "propuesta de resolución en respuesta a la sentencia del 1-O" en la que se comprometen a realizar mociones, debates y mociones sobre el supuesto derecho de autodeterminación, la reprobación del Rey o la soberanía nacional.

No sin miedo ante las posibles consecuencias que pueda tener la propuesta, los partidos separatistas han logrado recomponer una mínima unidad de acción en torno a un texto de cuatro folios en los que se revuelven contra las resoluciones del Tribunal Constitucional sobre los límites del debate parlamentario en la cámara autonómica.

De entrada, la resolución que no se debatirá en el pleno de este miércoles sino pasadas las elecciones, denuncia una "regresión en materia de derechos y libertades", la "criminalización de la disidencia política" y que el Tribunal Constitucional "censura y vulnera de manera inaceptable el derecho a la representación política" al hilo de los avisos recibidos por el presidente del Parlament y los miembros de la mesa sobre las resoluciones sobre la autodeterminación y en contra de la monarquía.

El texto también critica la sentencia del 1-O, exige la libertad de los condenados y el retorno de los fugados y advierte que en opinión de los grupos separatistas, tal sentencia "establece un precedente inaceptable a partir del que todas las formas de protesta, como por ejemplo la paralización de un desahucio o el corte de una calle para una manifestación podrían convertirse en delito de sedición".

El punto conflictivo

En cuanto a la parte delicada de la propuesta, los servicios jurídicos de la cámara han advertido al presidente y los miembros de la mesa que el punto 11 va en contra de las resoluciones y requerimientos del Tribunal Constitucional. Tal punto dice así:

"El Parlament considera que ante las coacciones de los poderes del Estado para intentar limitar los temas de debate en el parlamento de Cataluña no hay más opción que defender el derecho a la representación política y a la libertad de expresión de todos los diputados. Sin fisuras, porque si la censura entra en el Parlament se desvirtúa el sentido de la institución. Por eso, reitera y reiterará tantas veces como quieran los diputados la reprobación de la monarquía, la defensa del derecho de autodeterminación y la reivindicación de la soberanía del pueblo de Cataluña para decidir su futuro".

Debatir sobre el Kurdistán

En el texto, los grupos separatistas reivindican además su derecho a pronunciarse sobre la invasión turca del Kurdistán, la crisis de los refugiados o la emergencia climática y aseguran que otros parlamentos autonómicos debaten sobre esos temas sin que intervenga el Tribunal Constitucional.

Torrent saca pecho

Tras haber aceptado tramitar la propuesta, el presidente de la cámara, el republicano Roger Torrent, ha convocado a la prensa para sacar pecho y decir al Tribunal Constitucional que "ya está bien", que "asumiremos las consecuencias" de una posible desobediencia y que "mientras yo sea presidente no permitiré que se impida la libertad de expresión de los diputados".

El presidente de la Generalidad, Quim Torra, se ha felicitado por el acuerdo de los grupos separatistas, el primero que alcanzan tras la sentencia y después de una semana marcada por la violencia en las calles y la desunión separatista en las instituciones tras su anuncio de un nuevo referéndum antes de que acaba la legislatura, una propuesta de la que no avisó ni a sus propios diputados.

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