El Gobierno se mueve en el terreno de las insinuaciones. En un clima de sospecha en el que varios medios de comunicación publican los posibles vínculos entre Quim Torra y Carles Puigdemont con los CDRs y el autodenominado movimiento Tsunami Democrático, el Gobierno dispara amenazas veladas a los responsables de la violencia a quienes advierte "sabemos quiénes son" y "pagarán las consecuencias".
Esto respondió este viernes el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, al ser preguntado en Moncloa por estos vínculos, y esto mismo volvió a advertir el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en rueda de prensa desde Bruselas al término del Consejo Europeo. "Quienes cometen una ilegalidad pagarán por ello más pronto que tarde. No habrá impunidad", solemnizó el jefe del Ejecutivo en la capital comunitaria tras confiar nuevamente en que se re establezca la convivencia en Cataluña gracias a la "modélica coordinación" de las Fuerzas de Seguridad del Estado, Guardia Civil, Policía y Mossos de Esquadra.
Sánchez defendió el derecho a manifestarse "de forma pacífica en la protesta convocada para hoy" y amenazó a los responsables de los incidentes violentos: "Los culpables serán identificados y conducidos a la justicia para que reciba la sanción que les corresponde. Es decir, no va a haber espacio de impunidad ante los graves hechos violentos que hemos visto estos días".
Sin referirse concretamente ninguna de estas informaciones periodísticas, el presidente fue preguntado por la nueva apelación a un referéndum hecha por el presidente de Generalidad de Cataluña, Quim Torra: "Lo que hemos visto del señor Torra es la banalización de la violencia, la frivolización de la violencia. No se puede repetir un camino que ha llenado de frustración, de fracaso y de fractura a la sociedad catalana. Es necesario abrir una nueva etapa en la que el Gobierno de España siempre va a estar dispuesto con la premisa de respetar la legalidad".
Algo que ha resumido con un nuevo mantra electoral: "Después de la sentencia, convivencia. Sánchez confió nuevamente en que "esta crisis se va a superar y la convivencia se restaurará" porque "es necesaria" la cooperación de las fuerzas del orden y porque "España tiene todos los mecanismos para que prevalezcan las Leyes".
La receta seguirá siendo la "firmeza, proporcionalidad y moderacion en la respuesta" que son "un signo de fortaleza del Estado democrático de Derecho y ahí es donde nos vamos a situar siempre" para hacer frente "con eficacia a este tipo de crisis". Las medidas excepcionales como el 155, recordó, "están previstas" y se aplicarán llegado el caso, atendiendo a la doctrina de los tribunales pero también al "respaldo social" porque "es importante que la ciudadanía entienda cuándo se aplican y por qué".