El magistrado, Manuel Machena, ha realizado su primera valoración sobre la sentencia sobre el golpe del 1-O de la que fue ponente y en la que se condenó por sedición a los golpistas: "Es una sentencia muy especial que, por su contenido, su extensión y por los problemas que hemos tenido que abordar de una gran complejidad y ha exigido de cada uno de los miembros de la Sala un esfuerzo deliberativo que quiero destacar".
El magistrado ha comparecido este miércoles en la sede de la Consejo General del Poder Judicial para revalidar su presidencia a la Sala Segunda del Supremo, siendo el único candidato. Durante su comparecencia, ha "lamentado de corazón" la filtración del fallo días antes de que fuera pública, "Es un mal al que hay que hacer frente", ha señalado mientras avalava el "derecho de información" de los medios de comunicación.
"El único consuelo es que la sentencia no ha salido de aquí", añadía. "Yo lamento de corazón que la difusión no haya seguido los canales ejemplares que se han venido siguiendo desde la creación del gabinete y con la profesionalidad de Maite, Andrés e Inmaculada (miembros del Gabinete de Comunicación del Supremo), pero cuando se llega al punto de adentrarse en el correo del ponente, ese riesgo es paralelo al interés que estaba suscitando".
"El hecho de que se haya intentado conocer el contenido de la sentencia todos los magistrado estábamos convencidos de que iba a ser así. Mi correo personal fue objeto de un hackeo con el confesado propósito en Twitter de conocer cuáles eran los documentos que yo intercambiaba con los compañeros. Era el oscuro objeto del deseo de muchos", destacaba.
Marchena también se ha referido a la vista oral del 1-O: "Este juicio ha durado cuatro meses, con sesiones la mayoría de las ocasiones durante cuatro días a la semana y un horario que nos aproximaba a las 8 horas diarias. Esto supone que los magistrados han estado liberados de ponencias y dedicados exclusivamente a este juicio: lo que nadie debe cuestionar es que el desenlace de ese proceso es el fruto, la contribución de todos y cada uno de los que formábamos parte de la Sala".
Por último, ha apuntado la "difícil situación" en la que, hipotéticamente se encontraría este órgano en el caso de tener que juzgar a otros encausados del 1-O, aludiendo sin citarlo a los huidos como el expresidente catalán, Carles Puigdemont, debido al hecho de que 13 de los 15 magistrados que lo integran ya hayan tenido relación con este asunto en sus fases de instrucción o enjuiciamiento.