El discurso del general jefe de la Guardia Civil en Cataluña, Pedro Garrido, no ha sentado nada bien en el seno del Ministerio del Interior, donde consideran que el hecho de que el alto mando repasase las funciones que el Estado de derecho asigna al Instituto Armado, elogiase la operación contra los CDR que preparaban diversos ataques con explosivos y advirtiese de que se van a seguir persiguiendo a aquellos partidarios de la revolución de las sonrisas que usen la violencia fueron "inoportunas".
En el departamento que dirige Fernando Grande Marlaska hubieran preferido que en un acto en el que había altos mandos de los Mossos d´Esquadra no se hiciera alusión alguna a la tensión política que se vive en Cataluña desde el golpe de Estado independentista. Más aún cuando se está en la semana previa a que se conozca la sentencia del Tribunal Supremo sobre los líderes golpistas catalanes, lo que puede calentar los ánimos independentistas, según informa el diario El Mundo.
Este malestar no es nuevo. Tampoco sentó nada bien en la cúpula de Interior que los altos mandos de la Guardia Civil no les advirtiera de antemano del gran calado que tenía la operación contra los CDR que preparaban atentados, lo que hizo que el propio Pedro Sánchez se quedara en blanco y no supiese qué decir sobre el tema cuando descendió del avión que le había llevado a la Asamblea de las Naciones Unidas en Nueva York (Estados Unidos).
Tampoco en la Guardia Civil quedaron satisfechos de la gestión que se hizo desde Interior de esa operación en los días posteriores. Creen que o el propio ministro o su número dos, Ana Botella, filtraron la relación entre los CDR detenidos y la hermana de Carles Puigdemont a los medios de comunicación, lo que puede dificultar que esa relación pueda quedar perfectamente acreditada para llevarla ante el juez.
Fernando Grande Marlaska ha mantenido siempre de forma pública que la relación de la policía autonómica catalana con la Guardia Civil y la Policía Nacional es "excelente". Este mismo jueves ha vuelto a calificarla de "inmejorable" y ha asegurado no tener constancia de que los mandos de los Mossos abandonaran el acto de la celebración de la patrona de la Guardia Civil antes de tiempo por el discurso del general Garrido. Pero la realidad no es así.
La relación de las Fuerzas de Seguridad con la policía catalana quedó gravemente tocada el 1 de octubre de 2017, cuando los mossos d´Esquadra no apoyaron a los cuerpos estatales para evitar el referéndum ilegal en Cataluña. Es más, no solo no les apoyaron, sino que muchos de los agentes autonómicos intentaron dificultar el trabajo de guardias civiles y policías todo lo que pudieron. Se llegaron a vivir aquel día momentos de gran tensión entre los agentes.