Albert Rivera está convencido de que el hartazgo con la clase política que reflejan estudios demoscópicos recientes -incluido el CIS del por el líder naranja denostado José Félix Tezanos- hay que combatirlo, de cara al 10-N, con un discurso distinto al que las formaciones políticas realizan en los últimos meses.
"Nadie me para en la calle para decirme: ‘Rivera, vamos a por las terceras elecciones’" repetía este martes, primero en una entrevista radiofónica y poco después en su primer acto de precampaña fuera de Madrid, que le hacía recalar en Guadalajara, una de las provincias de la España Vacía en la que Ciudadanos obtuvo un valioso escaño en las elecciones del 28-A.
A su juicio, la gente quiere "soluciones" a "problemas reales" como la despoblación o las pensiones, y por ello, en un breve encuentro con simpatizantes en un bar de la capital alcarreña, abogaba por "priorizar" y, añadía, "hablar menos de Torra, menos de Franco y menos del aborto, que es de lo que hablan otros, y hablar más de Guadalajara, de la despoblación, de los servicios públicos, de la sanidad igual para todos, de las pensiones, de la economía. Yo me propongo que esta campaña sea una campaña donde movilicemos a los ciudadanos moderados".
La España Vacía puede atraer inversiones internacionales
Unas palabras que pronunciaba junto a María Ángeles Rosado, la diputada naranja por la provincia que trabaja con su familia las tierras y a cuyo tractor se subió Rivera, quien insistía en el estímulo fiscal para combatir la marcha de muchas personas de esos lugares del territorio nacional, y además de a trabajadores y autónomos como en otras ocasiones, incluía también a las medianas e incluso grandes empresas, para las que propone una bonificación del 60% en el impuesto de sociedades si se radican en la España Vacía o vaciada.
"Ya veréis cómo cambia la cosa" afirmaba con énfasis, asegurando que incluso se podría atraer inversión internacional lejos de los grandes centros urbanos: "Incluso algunas empresas internacionales podrían optar por estas zonas para instalarse. No es lo mismo que se instalen todos en la M-30, o en Barcelona o en el País Vasco, que que se instalen en Guadalajara en un pueblo de Castilla y León o de Extremadura. La igualdad necesita medidas como esta".