Sin disimulo. Al presidente de la Generalidad, Quim Torra, ya no le quedan líneas rojas que cruzar. Tras negarse a condenar la violencia de los detenidos por terrorismo pertenecientes a los Comités de Defensa de la República (CDR), Torra promete avanzar hacia la república "sin excusas" y asegura que "se trata de un compromiso con la ciudadanía de Cataluña, piense como piense".
El gobierno catalán ha celebrado el segundo aniversario del golpe de Estado con un acto solemne y en apariencia institucional en el Patio de los naranjos del palacio de la Generalidad. En ese marco, Torra ha lanzado una soflama contra el Estado, ha asegurado que el 1-O de 2017 la ciudadanía catalana "plantó cara a la barbarie" en alusión a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y se ha comprometido a alcanzar la república por encima de los deseos y la opinión de más de la mitad de los ciudadanos de Cataluña.
Para Torra, solo son catalanes los independentistas, de modo que según su versión del golpe de Estado y del referéndum ilegal del 1-O, "la sociedad catalana, como depositaria de los derechos civiles y políticos, los defendió asumiendo todas las consecuencias, siendo golpeada y agredida por las fuerzas enviadas por el Gobierno español".
No abre las cárceles
Abundando en su "compromiso" con los catalanes "piensen lo que piensen", el dirigente separatista ha prometido que con la república "tendremos un país mejor para vivir y hacer realidad nuestros proyectos colectivos y personales". También ha prometido "persistir hasta conseguir la libertad de las presas y presos políticos y el retorno de las personas exiliadas". Sin embargo, no ha mencionado que vaya a abrir las puertas de las cárceles donde están recluidos los golpistas, que dependen todas de la administración que dirige.
ERC, a remolque
El vicepresidente del ejecutivo regional, el republicano Pere Aragonès, se ha sumado al marco mental de Torra y ha descrito la jornada del referéndum ilegal como "el día que sumamos fuerzas y la ciudadanía salió a la calle en defensa de sus derechos y libertades". Aragonès, que permaneció en su cargo de secretario de Economía de la Generalidad durante la aplicación del 155, ha añadido que la república catalana "es inevitable", pero que la quieren construir "con y para todos".