La operación del pasado lunes contra los CDR, a los que se incautó material explosivo, generó malestar en el Ministerio del Interior y en Moncloa. Según informa Fernando Lázaro en El Mundo, Fernando Grande Marlaska habría pedido explicaciones a los mandos de la Guardia Civil por no haber sido informado de antemano del alcance de la operación. La misma queja habría sido transmitida desde Moncloa: Pedro Sánchez, de viaje en Nueva York, no sabía al bajarse del avión que habían encontrado explosivos y en Moncloa consideran que el presidente debía haber sido advertido de esa posibilidad.
Lo cierto es que la Guardia Civil sí había informado el viernes anterior de que se iba a producir una operación "muy importante" en Cataluña. Interpelados por Marlaska, los responsables de la operación defendieron que sí habían transmitido la información de forma correcta y que en todo caso no podían saber que en los registros se iba a encontrar explosivos. El ministro les exigió disponer de una información más completa en operaciones futuras de ese calado.
Este jueves, el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón está interrogando a los miembros de los CDR detenidos. Dos de ellos han admitido que compraron explosivos e hicieron pruebas para fabricar bombas. Según dicen, querían "meter ruido" el 1-O.
A los arrestados se les imputan delitos de rebelión, terrorismo y tenencia de explosivos y se les acusa de ultimar acciones terroristas. Además, tenían en su poder consultas en Google, información y planos sobre edificios públicos, incluida una casa cuartel de la Guardia Civil.
La operación, que se encuentra bajo secreto, es fruto de una investigación de más de un año durante el que se han practicado numerosas intervenciones telefónicas.