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Los cálculos de Moncloa sobre el 'efecto Errejón': quitará 1 punto al PSOE y 5 a Podemos

Fuentes socialistas anticipan a LD que Iglesias "perderá un tercio de sus votantes", más de un millón de los 3.700.000 que obtuvo.

Pedro Sánchez e Íñigo Errejón en el Congreso de los Diputados en 2016. | EFE

No sólo no hay temor sino que hay satisfacción por la irrupción de Íñigo Errejon en el panorama político. La estrategia socialista de dividir a Podemos y alimentar el fantasma de Errejón contra el liderazgo de Pablo Iglesias ha funcionado y, ahora que cobra vida, los socialistas hacen sus cuentas sobre el posible efecto Errejón en sus propias filas y las de su adversario directo, Unidas Podemos.

Según fuentes de Moncloa consultadas por Libertad Digital, Errejón le roba apenas un 1 punto porcentual al PSOE y cinco a Podemos, un tercio de su electorado situado el 28-A en torno al 15% de voto, lo cual supone más de un millón de votos de los 3.700.000 que logró en las últimas elecciones generales. Sería por tanto el tercer millón de votos que Podemos pierde desde las elecciones generales de 2015 cuando sobrepasó los 5.300.000 votos en un sorpasso técnico al PSOE a apenas 200.000 votos de distancia respecto al PSOE de los 140 años de historia.

Según explican las citadas fuentes, este es el escenario ideal para el hasta ahora líder de Más Madrid "si lo hace bien", esto es, "si es listo, sabrá donde presentarse" y no lanzar una candidatura nacional en todas las circunscripciones: "Si se presenta en toda España, será el tonto útil de la derecha" porque podría tirar a la basura en muchas provincias en las que no obtendría escaño, como le ocurrió a VOX el 28-A, dejando miles de votos sin representación parlamentaria.

Si esto no ocurre, y Errejón elige bien los territorios en los que dar el salto gracias a pactos con las confluencias y mareas autonómicas, podría sacar, siempre según estas fuentes gubernamentales, en torno a un 6% de voto, entre 6 y 8 escaños, sacando "mucho voto de la abstención". Una noticia positiva para los socialistas porque "ensancha el espacio de izquierdas" gracias a recuperar parte del votante desencantado cuyo destino sería quedarse en su casa el 10 de noviembre.

"Si nos quita 2 y aporta 5 al bloque de izquierdas, no está mal, ¿no?", explican descartando que esto sirva para hacer una triple alianza de izquierdas dado que "Iglesias odia a Errejón" y esto "igual hasta complica aún más el pacto".

Pese a todo, los estrategas gubernamentales insisten en que "es muy pronto" y "la izquierda tiene que pasar el luto, el disgusto y la incredulidad". La campaña aún no ha comenzado y en ella el objetivo será movilizar un electorado desencantado que podría dejar a más de un 35% de los votantes en casa. Motivo por el que en Moncloa ven en la presentación de Errejón una noticia alentadora como elemento movilizador.

¿Un nuevo socio preferente?

En cualquiera de los casos, la clave de la satisfacción socialista no radica tanto en el presente como en el pasado más remoto y el futuro posterior al 10 de noviembre. La estrategia socialista de la división en Podemos y el contraste entre Iglesias y Errejón viene de lejos, concretamente desde 2015, momento en que la recién llegada dirección socialista de Pedro Sánchez constató que Errejón conformaba "la línea posibilista de Podemos", el más proclive al pacto con el PSOE y a abstenerse ante el pacto suscrito entonces entre Pedro Sánchez y Albert Rivera.

Unas diferencias entre Iglesias y Errejón que dejaron al segundo como gran derrotado de la negociación iniciándose las discrepancias entre ambos sobre cuál debía de ser el papel de Podemos como recién llegado al Congreso. Diferencias "notables" que constató el presidente Sánchez en su entrevista la semana pasada en La Sexta señalándole como el nuevo interlocutor preferente.

Su entorno cree ahora que la aparición de Errejón en el Congreso servirá para facilitar un entendimiento parlamentario con Iglesias en la gobernabilidad futura pero no en la investidura. En el día a día parlamentario, en Ferraz ven al líder escindido de la formación de los círculos como una especie de "banderín de enganche" para Iglesias, obligado a un efecto arrastre similar al que tuvo que darse en el PP tras la irrupción de VOX al panorama político.

El efecto Errejón, creen estas fuentes, será mucho más cualitativo y simbólico que cuantitativo porque sus seis escaños podrían condicionar cada ley y cada paso de los grupos de izquierdas. El aumento de la competencia podría obligar a Iglesias a ir a rebufo de la llegada de otra izquierda con la que sí se puede... pactar.

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