"Quiero liderar una mayoría centrada". Con esta declaración de intenciones comenzaba Pablo Casado su discurso ante la dirección de su partido y sus barones. El líder del Partido Popular ha reunido este lunes en Génova a la cúpula de su formación para plantearles la estrategia de campaña de cara a las elecciones del próximo 10 de noviembre.
Un plan de acción que pasa por la "unión del centro derecha" en torno a un PP al que, según Casado, "no hay posibilidad alguna de sustituir como cerebro, corazón y pulmón del centro derecha español". "Hay que unir para gobernar, gobernar para ganar y ganar para unir", ha sentenciado Pablo Casado de cara al 10N.
Y para llevar a cabo esta unión, en la cita de este lunes se ha nombrado al "comité de campaña" de los populares que estará encabezado por el secretario general de la formación, Teodoro García Egea. Un equipo que en los próximos días tendrá la complicada labor de hablar con Ciudadanos y Vox.
Eso sí, la unión del centro derecha que desea el PP se tendría que llevar a cabo en un tiempo récord dado que el día 29 de septiembre se acaba el plazo para registrar las coaliciones electorales.
"Quiero un PP más popular y menos partido"
A pesar de las dificultades, desde el PP se empeñan en lograr esa "suma" en torno a un "Partido Popular ampliado", tal y como ha asegurado Pablo Casado en su discurso en el que ha dicho que quiere "un PP más popular y menos partido".
"Un PP integrador, reconocible por moderado, responsable tanto de la defensa de sus posiciones y del sistema que todos compartimos", ha continuado. "Un PP que se mire menos el ombligo, sea menos partido, y más una plataforma política que está cerca de los españoles cuando peor lo pasan".
Un PP que acabe también con el "error histórico" de la fragmentación del centro derecha. Para ello, ha vuelto a lanzar un mensaje a Ciudadanos avisándoles de que "las consecuencias de la división son letales".
Mensaje a Cs y a Vox
En este tiempo que queda hasta el 29 de septiembre, Casado ha pedido a Cs y a Vox que abandonen su "interés en sostener la división, que daña de manera grave el funcionamiento de las instituciones".
Y ha lanzado un mensaja a Albert Rivera y a Santiago Abascal: "Yo creo que no se puede invocar patriotismo alguno, ni principio político digno alguno capaz de justificar un comportamiento que produce un resultado tan dañino para los propósitos básicos que compartimos y para el conjunto del país".
"Si el precio de mantener una diferencia es que España quede en manos de un Gobierno como el que hemos padecido, entonces es que esa diferencia no merece ser defendida", ha sentenciado un Casado que ha vuelto a presentar al Partido Popular como "la casa común".