Hasta ahora se creía que la conexión principal que la juez Bolaños tenía con el PSOE andaluz procedía de su amistad con el consejero socialista de Justicia e Interior de Susana Díaz, Emilio de Llera. Ahora se ha sabido que su tesis doctoral, que logró sacar adelante en 2017 a pesar de ser la juez instructora de los más graves escándalos de corrupción en Andalucía, fue dirigida por Eugenio Pizarro, sobrino de Luis Pizarro, ex mano derecha del procesado en el caso ERE Manuel Chaves en el PSOE andaluz.
En la Plataforma de la Universidad de la Rioja, Dialnet, consta la prueba documental de que la juez ha simultaneado su trabajo en el juzgado con la articulación de su tesis:
"La mediación intrajudicial como mecanismo para alcanzar una solución jurídica de calidad; en particular, contra la recidiva del conflicto a través de la modificación de medidas y los procesos de ejecución judicial por incumplimiento de la sentencia"
- Autores: María Núñez Bolaños
- Directores de la Tesis: Eugenio Pizarro Moreno (Dir. tes.)
- Lectura: En la Universidad Pablo de Olavide (España) en 2017
- Idioma: español"
O sea que, como relata ABC, la juez obtuvo su doctorado dos años después de hacerse cargo del juzgado de instrucción número 6 de Sevilla, en una inesperada candidatura avalada por su antigüedad, pero imprevista debido a su dudosa cualificación en materia penal. Esto es, simultaneó su trabajo con la tesis, algo que podría explicar su escasa dedicación y su anómala conducta en la instrucción.
De hecho, como es sabido, la Fiscalía Anticorrupción –los seis fiscales dedicados a los macrocasos instruidos por la juez y su superior jerárquico–, consideran que el comportamiento de la juez ha sido manifiestamente irregular y por ello elevaron al Consejo General del Poder Judicial un escrito que ha causado la investigación pertinente y que puede causar la formalización de una sanción a la juez que puede llegar hasta la separación de la carrera judicial.
Pero si la decisión de terminar su doctorado puede explicar sus retrasos, sus dilaciones, su falta de diligencia en los procesos e incluso, si se riza el rizo, sus bajas laborales, no explica sus extraños comportamientos en lo que se refiere a una benevolencia manifiesta hacia muchos de los imputados, a los que, al amparo de determinadas decisiones de la Audiencia de Sevilla y contra el criterio de la Fiscalía, ha desimputado de forma sucesiva.
Y ahí es donde cobra un interés destacado la presencia de Eugenio Pizarro en la dirección de su tesis. Pizarro, que comenzó trabajando para la famosa FAFFE, es sobrino Luis Pizarro, el jefe principal, tras la muerte de Alfonso Perales, del clan socialista de Alcalá de los Gazules de Cádiz, un clan que ha dominado el PSE andaluz de la mano de Manuel Chaves durante la década de los ERE, precisamente, desde finales del siglo XX a 2009. El caso FAFFE está instruido por la propia juez Bolaños.
Según ABC, fue el profesor de Derecho Civil Eugenio Pizarro Moreno, quien trabó contacto con la juez Núñez Bolaños en 2017, siendo juez de familia, para la dirección de la tesis que arrastraba desde 2013 y seis meses más tarde, en enero de 2018, el Gobierno socialista de Susana Díaz fichó a Pizarro como secretario general de Justicia de la Junta.
Que una juez que preparaba una tesis doctoral relacionada directamente con el Derecho Civil y con su trabajo de juez de familia, como es el tema de la mediación, optara en 2015 a un juzgado de lo penal tan complejo como el que regía entonces la juez Alaya, es precisamente lo que extrañó a muchos jueces sevillanos.
Pero lo más estrafalario de esta insólita conexión es que el jurista Pizarro tuvo que dimitir de su cargo en la consejería de Justicia de la Junta de Andalucía por un comportamiento insólito. De hecho, en junio de 2018, fue condenado por haber sustraído a su suegra una serie de joyas que luego vendió.
Se supo gracias a El Mundo pero se trató de silenciar, y se consiguió, todo el procedimiento judicial que le procesó y condenó a un año de cárcel y a una indemnización de 4.900 euros por robarle a su suegra un collar de brillantes, anillos y pulseras que luego vendió en una tienda especializada en el comercio de oro.
El caso fue sustanciado en el Juzgado de lo Penal número 5 de Cádiz por un delito continuado de robo con fuerza al haber sustraído joyas de la caja fuerte de su suegra valoradas en varios miles de euros, siendo consejera de Justicia Rosa Aguilar, que no dijo ni una palabra sobre el tema, aunque resulta inexplicable que nombrara a Pizarro secretario general de Justicia de la Junta de Andalucía cando ya estaba imputado.