El Mundo llora lágrimas de tinta de la emoción. "Rivera acorrala a Sánchez con una 'solución de Estado'". En el último minuto el trilero Rivera les da algo a Rosell-Bustos para lavarle la cara. Pero claro, la había hundido demasiado en el fango. Dice el editorial que Rivera aúna "la inteligencia táctica con la búsqueda del bien común". ¿Bien común? ¿Rivera? Ay, que me da la risa. A este prestidigitador se le ha visto demasiado el plumero. Pero El Mundo no quiere verlo. "Las tres condiciones tratan de traer de regreso al desnortado líder del PSOE a la senda del constitucionalismo y la centralidad. La exigencia encaja con la vocación de Cs como proyecto político y debería haber contado con la anuencia del PP". Cs no tiene ningún proyecto político que no sea lo que le interese a Rivera en cada momento y el PP, en fin, es difícil seguirle el paso a un tramposo profesional. Después de meses de no es no, a Sánchez ni agua, que gobierne con sus socios naturales, el pacto está hecho, la banda, el botín y la habitación del pánico, lo de ayer provoca carcajadas a cualquiera que tenga media neurona. Pero con tal de salvar al soldado Riverita El Mundo es capaz incluso de echarle su propia basura al PP. "Pablo Casado ha rechazado la abstención en un comunicado incoherente que arriesga la credibilidad de sus llamamientos a sumar por España". Mejor de incoherencia no hablamos. El resto del editorial es para meterse con Sánchez, nada nuevo. Hoy no toca. Raúl del Pozo dice que Rivera "ha llegado como el fontanero con el maletín de herramientas para arreglar la avería". Yo tengo una avería y me llega el fontanero cuando ya se me ha inundado la casa, los muebles y todos mis enseres, no tiene España para correr. Y es que "estos pollos emergentes" "mienten porque saben que unos electores son idiotas, otros desmemoriados y otros fanáticos de la razón de partido más que de la razón de Estado". Y no les falta razón.
A El País la triquiñuela de Rivera le ha sentado como una patada en las narices y trata de ningunearla. "Maniobras de los partidos a horas de la última ronda con el Rey". Dice el editorial que Rivera "sorprendió ayer a propios y extraños" con una propuesta que "no responde al súbito sentido de Estado, que Rivera tuvo ocasión de demostrar desde el mismo día en que se cerraron las urnas, sino al tardío reconocimiento de que la estrategia de levantar un cordón sanitario en tono al PSOE es inviable y tendrá un alto coste electoral para Ciudadanos". Que tuvo su oportunidad y la dejó escapar, como dice la canción. "Ningún partido, ni en la derecha ni en la izquierda, está obligado a pronunciarse sobre las condiciones que Rivera ha necesitado inventarse, como si pretendiera que los demás le absolvieran de sus errores poniéndose a negociar en las escalinatas de La Zarzuela". Y además esas condiciones ya se las puso Casado a Sánchez donde y cuando debía. "Se debería haber negociado con los socialistas cuando aún había tiempo", que anda que no se le pidió. A muchos les ha costado la cabeza (política). "Es difícil imaginar que el presidente de la tercera fuerza política en España pudiera mostrar en una sola comparecencia mayor desprecio a los ciudadanos y mayor falta de respeto a los procedimientos constitucionales". Menuda pieza. Toni Roldán, una de las cabezas rodantes de Rivera por osar susurrarle que hiciera lo que hizo ayer escribe hoy en El País sin hacer apenas reproches a su exjefe. "La rectificación de Rivera llega tarde, pero es un paso muy positivo para salir del bloqueo". Dice Roldán que a él le dan igual "las motivaciones de Rivera", que "el acuerdo sería lo normal y también lo patriótico". Pues a veces las motivaciones sí que importan, señor Roldán. Más que nada para que aprendan a no tomar por imbéciles a los votantes.
ABC ve a "Sánchez sin excusas", pero a quien aprieta en el editorial es a Rivera. "Se ha descolgado a última hora con una oferta atractiva pero que debe ser interpretada en clave preelectoral", vamos, que de patriótica, nada. "Ciudadanos pudo presentarla en abril, cuando se celebraron las elecciones, o durante los cinco meses que han transcurrido", pero entonces estaba muy ocupado intentando ser el jefe de la oposición, convertirse en Casado bis, con la banda de Sánchez, el botín de Sánchez, en fin, que ese tren ya ha pasado. "El ofrecimiento de Rivera tiene mucho de oportunismo táctico, de partida con cartas marcadas y de reorientación de Ciudadanos después de que los sondeos, de modo unánime, estén pronosticando una caída para este partido si se repitiesen los comicios". También dice Rubido que "Sánchez nunca quiso cerrar ningún pacto de Estado con Casado o con Rivera". Y seguramente tiene razón, pero la cerrazón de Rivera se lo ha puesto a huevo. Así que ahora que no venga con monsergas de Estado, ni España, ni patria, ni bobadas. Como dice Luis Ventoso, "estamos en septiembre y llega el nuevo Rivera colección otoño-invierno. Albert andaba intranquilo. El naranja comenzaba a desteñir en las encuestas y él se había convertido en un personaje secundario en el gran teatro político". Así que "tocaba un golpe de efecto", "un par de días abriendo los telediarios". Entretenimiento extra.
La Razón titula "Pirueta de Rivera" con una foto que acompaña al titular del de Ciudadanos pegando saltitos. Muy apropiado. "La propuesta podría ser razonable si hubiese tiempo material para negociar, ajustar los discursos, hacerla viable", dice el editorial. Vamos, algo serio, incompatible con Rivera. "Pero no es creíble. Obcecado por el mal cálculo de que Cs podría arrebatar al PP el liderazgo de la oposición, marcó la estrategia de impedir cualquier apoyo a Sánchez", al contrario, le instó a negociar con Podemos e indepes. Como dice Julio Valdeón, el "patroncito del no es no" hasta se negó a reunirse con Sánchez. "Rivera, estadista dubitativo, va sobrado de infantilismo en vena, rodeado de community managers y separado del mundo por un coro de estilistas aúlicos. De ahí que haya facilitado la defenestración de algunos de los mejores y el acallamiento de los intelectuales antes de escribir en una servilleta arrugada su enésima y definitiva charlotada". ¿Definitiva? Ojalá, pero aún veremos cosas que no creeremos. "Lo que hace tres meses habría sonado adulto y urgente hoy resulta intragable. La ocurrencia de un crío". Pues no está la cosa para jueguecitos. Cuenta Carmen Morodo que en Génova "les pilló completamente con el pie cambiado", que nadie contaba "con que Rivera se fuera a atrever a ensayar sin complejos una pirueta". Pues de todo se aprende, ya sabe Casado con quién se juega los cuartos.