El paripé ha durado apenas unas horas. Tras unos momentos iniciales en que algunos parecían abrir la puerta a unas conversaciones, y una ronda de contactos telefónicos en las que Pedro Sánchez ha dejado para el último lugar a Albert Rivera, por detrás de Pablo Iglesias y Pablo Casado, el PSOE se ha destapado finalmente al negar una reunión entre el presidente y el líder de Ciudadanos y criticar abiertamente un movimiento de último minuto que consideran una frivolidad.
La responsable de echarle agua al vino ha sido la portavoz parlamentaria, Adriana Lastra, quien ha descartado una reunión amparándose en la ronda de llamadas anunciada desde el Palacio de la Moncloa: "Ya han hablado por teléfono, ustedes lo saben, y no va a haber ninguna reunión porque hoy quien se reúne es el jefe del Estado con las fuerzas políticas".
Lastra ha dejado entrever el malestar de su partido por esta propuesta de reunión in extremis y ha recordado que "nosotros le pedimos muchas veces que se reuniera con el presidente del Gobierno y ha sido el señor Rivera quien se ha negado de manera reiterada. Lo sorprendente es que el día que quien se reúne con las fuerzas políticas es el Jefe del Estado, Albert Rivera quiera reunirse con el candidato a la presidencia. Por eso hoy es el día de la responsabilidad, no de los golpes de efecto".
Motivo por el cual ha lanzado sus críticas abiertamente a la formación que tan duramente ha cargado contra el PSOE y su candidato a la presidencia desde las pasadas elecciones del 28 de abril: "Después de cinco meses diciendo que Sánchez tiene un plan, Sánchez tiene una banda y que, incluso hoy, han dicho que Sánchez es un peligro para España… (reía Lastra), tendrán que preguntarles a ellos qué es lo que están planteando. Creo, de verdad, que nada serio… Creo que nada serio".
Rivera, por su parte, no se ha quedado corto en los reproches. En un mensaje en Twitter, el líder naranja acusa a Sánchez de "tomar el pelo" a los españoles tras haber dicho que "ya se cumplen" las tres condiciones planteadas a cambio de la abstención.
Acabo de hablar con Pedro Sánchez. Su respuesta a la solución de Estado que estamos ofreciendo desde la oposición niega la realidad y es una tomadura de pelo a los españoles. Le pido que rectifique, vuelva al constitucionalismo y permita el desbloqueo de España.
— Albert Rivera (@Albert_Rivera) September 17, 2019
No es así para Ciudadanos, que recuerda que el PSN gobierna en Navarra con "los nacionalistas de Geroa Bai y el apoyo de Bildu", un Ejecutivo foral que Rivera exigía romper; que en "Cataluña los políticos separatistas están redoblando su desafío" como prueban las palabras de Quim Torra llamando a "atacar al Estado" y, por último y sobre la tercera de las condiciones, que "el programa económico de Sánchez recoge una subida del gasto de 30.000 millones de euros y subidas de impuestos a las familias y los autónomos que supondrían un obús contra el bolsillo de millones de españoles".
La respuesta dada por Sánchez es, comunica el partido naranja, "una colección de mentiras" impropia de un candidato a la presidencia del Gobierno.
En conclusión, una oferta, la de Ciudadanos, sin visos de prosperar y sin ninguna posibilidad de entorpecer otra negociación abierta con Podemos, por lo que el PSOE reconoce abiertamente que no habrá investidura y que previsiblemente esta tarde Felipe VI no le designe nuevamente como candidato: "Lo que sabemos es que Podemos va a anunciar su abstención al jefe del Estado y que PP y Ciudadanos van a anunciar su voto en contra a la investidura de Pedro Sánchez, por lo tanto no habría ninguna investidura posible".