"Nuestra posición no ha podido variar. Le he comunicado al Rey que Pedro Sánchez y el PSOE merecen todo respeto pero su candidatura no merece nuestra confianza", el líder del PP, Pablo Casado, le trasladó al Rey este martes por la tarde que su partido no apoyará la investidura del presidente del Gobierno en funciones. Minutos después se conocía que Felipe VI no proponía candidato a la Presidencia del Gobierno tras finalizar la ronda de consultas.
"No solo somos la oposición, sino también la alternativa", aseguró Casado antes de conocer la noticia en una rueda de prensa a la que dijo llegar "con una sensación agridulce, que comparto con la mayoría de españoles, de no saber cómo hemos llegado hasta aquí. Pero con la satisfacción de que nuestra posición ha sido coherente, responsable y abierta al diálogo".
"Tengo la sensación de que hoy hemos llegado a un punto que es el que Pedro Sánchez deseaba desde el 28 de abril", sentenciaba el líder de los populares que explicaba que "Sánchez tenía cuatro puertas a las que llamar: un pacto con Podemos y los separatistas, otro con los regionalistas, un acuerdo con Cs o un acuerdo con el PP. Sin embargo, Sánchez no ha intentado acuerdo con ninguna de ellas", explicaba Casado.
El silencio y la prudencia como estrategia
El presidente del PP ofrecía una rueda de prensa en el Congreso tras reunirse en la Zarzuela con Felipe VI. A ella llegaba acompañada por la cúpula de su partido y por su portavoz en la Cámara Baja, Cayetana Álvarez de Toledo, y después de un día en el que los principales dirigentes del Partido Popular habían mantenido silencio. En Génova se decidió este martes tomar la prudencia como estrategia y "observar" cómo se movían los demás partidos.
Los populares prefirieron no entrar en el "espectáculo" de las "ofertas y las cartas" que se intercambiaron entre PSOE y Ciudadanos. Desde la barrera vieron cómo fracasaba la propuesta de Albert Rivera a Sánchez de abstenerse si el presidente del Gobierno en funciones cumplía tres condiciones: devolver Navarra al constitucionalismo, una respuesta conjunta para Cataluña y que no se suban los impuestos.
Las razones para el "no"
Tres propuestas que en los últimos meses ya había puesto sobre la mesa el propio Pablo Casado. El líder del PP recordaba en su rueda de prensa que acudió el pasado mes de mayo a la Moncloa, nada más celebrarse las elecciones generales, y "ofreció a Pedro Sánchez un acuerdo en política fiscal y presupuestaria y consensuar una actuación conjunta en Cataluña".
Además, recordaba que "en su segunda reunión con Pedro Sánchez, tras las elecciones municipales y autonómicas, añadió a su ofrecimiento de acuerdo un pacto para que los constitucionalistas gobernaran en Navarra. Propuestas todas ellas rechazas por el presidente del Gobierno en funciones.
"Sánchez no ha buscado el acuerdo. A nosotros nos ha tratado con soberbia y displicencia", explicaba Casado que añadía que "pase lo que pase vamos a mantener una posición moderada, prudente, que tienda la mano a los votantes que más allá de su ideología estén en contra del bloqueo. El PP ha demostrado que es el mejor antídoto contra el bloqueo".
Rivera: "El problema es Sánchez"
Albert Rivera, por su parte, que comparecía antes que Casado, insistía en decir que aún quedaba "tiempo" si Sánchez "rectifica" y aceptaba negociar los tres puntos que le planteó el líder de Ciudadanos el lunes.
El primero, tumbar el Gobierno en Navarra del PSN con los nacionalistas; el segundo, volver a aplicar el 155 y comprometerse a no indultar a los responsables del golpe secesionista en Cataluña; y el tercero respetar las bajadas de impuestos del Presupuesto vigente, pactado por Ciudadanos con el Gobierno Rajoy. Rivera señalaba una y otra vez que "el problema" de España es Sánchez.
Sobre el segundo de los puntos, la formación naranja fracasaba en el pleno al intentar sacar adelante una moción sobre ello, rechazada por la izquierda y los nacionalistas. "Con esto está todo dicho" decía al final del pleno la portavoz parlamentaria naranja, Inés Arrimadas.