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Una "proposición indecente" en una "cita clandestina"

La Diada fue un desastre en la prensa nacional y pelea feroz en el Congreso.

El Mundo dice que "la Diada pierde fuelle antes de la sentencia". Pero como seguramente a ustedes les importa una higa cómo fue la dichosa fiesta separata vamos a lo importante. "Sánchez se niega a hablar con Iglesias para evitar otras elecciones". Pablo pide a Pedro "negociar de tú a tú pero el líder socialista lo rechaza". Y es que ayer Pablo se puso a lloriquear porque Pedro no le ha llamado este verano nada más que para felicitarle por el nacimiento de su hija y se ha limitado a enviarle a su equipo negociador. Y encima tres tías. Pero hombre, Pedro, la chicas están para lo que están, para hacer el indio con el femenino plural y tontadas como esa, las cosas de comer se tratan entre machotes como tú y como yo. ¿Qué iban a decir mis amigos iraníes si se enteran de que negocio a la baja a través de mujeres? Como mínimo me llamarían lo que tu ministra de Justicia a su compañero Marlaska. Dice Rosell que lo de ir a otras elecciones es un "fracaso sin precedentes en la democracia española. Fruto, fundamentalmente, del empecinamiento de Sánchez al anteponer sus ambiciones personales al interés general del país". ¿Quiere decir que el interés general del país es un gobierno con comunistas, separatistas y los herederos de ETA? Pues sí que ha cambiado el cuento en este periódico. Sánchez "nunca quiso la coalición con Podemos", Dios le bendiga, y "nunca tendió la mano a PP y Cs para pactar su abstención con contrapartidas". Vale lo del PP, pero difícilmente se puede pactar con alguien que se niega a reunirse contigo, como ha hecho Rivera. "Al contrario, aprobó el acto vergonzante de Navarra", haciéndole un favor impagable al nuevo Ciudadanos. Eso sí, "resultaría más nocivo para el país la conformación de un ejecutivo débil y sin apoyos estables que volver otra vez a la urnas". Me he perdido. ¿Qué es lo peor para el país, acuerdo o elecciones? Pues no lo sabe, pero que quede claro, "el principal responsable es Pedro Sánchez". El no es no del partido de Rivera por motivos estrictamente personales no ha tenido nada que ver. Oído cocina. Cuenta Marisol Hernández "el otro plan de Sánchez: ¿abstención del PP tras el 10-N?". Pues no es descabellado visto que con el nuevo Rivera no se llega a ningún sitio. Los caminos de Rivera son inescrutables, cualquiera sabe lo que pasa por esa cabecita.

El País dice que "Sánchez descarta que otra reunión con iglesias desbloquee la investidura". Dice Pablo Ordaz que "ni siquiera se miran", que se comportan como "niños testarudos y maleducados" mientras que "solo de ellos depende que, dentro de unos días, la izquierda vuelva al poder o, por el contrario, la derecha disponga de una ocasión gratis para recuperarlo". Qué exagerados son. Josep Ramoneda está tan desolado que se despide del mundo cruel. "Adiós, izquierda, adiós". Y todo por un "duelo de machos". "Sánchez niega el reconocimiento como socios a Podemos" y "quizás esta sea la razón del mal trato que les ha dado. Muleta sí, socios no". No sigas Ramoneda, no sigas que voy a romper a llorar por el pobre maltratado Pablo, tan débil él, tan vulnerable y delicado. Lo mismo habría que ponerle escolta. Ah no, que ya tiene un destacamento de la Guardia Civil en la puerta de su casa que le ha regalado Sánchez pero pagamos todos.

ABC sentencia que "el independentismo ya pincha hasta en su día grande". A Jesús Lillo le pareció rarito eso de Pedro "vamos a sentarnos tú y yo". "Propone una cita clandestina, un encuentro a solas y a oscuras, sin las luces, las cámaras y la acción que, no solo en el cine porno, obligan a los actores al postureo y la sobre excitación (…) Una proposición indecente" para un tío que nos machacó con la transparencia. Albiac tiene un relato de lo sucedido más ajustado a la realidad. Veamos, hubo un momento en el que a Sánchez se le fue la pinza y ofreció "a los populistas lo impensable: ministerios". Anda que habría que oír a algunos que ahora se rasgan las vestiduras por la falta de acuerdo si aquello hubiera salido adelante. Pero hubo suerte y "ante la apariencia de debilidad que tal cesión sugería, el vanidoso Iglesias endureció el envite", quería ejercer el poder real y dejar a Sánchez viajando en Falcon. "Ni siquiera Pedro Sánchez podía no darse cuenta" de la jugada del podemita. "Alzó acta de la tosca añagaza y mandó a los jóvenes aprendices de Perón y Evita a freír monas". Puf, de la que nos hemos librado y algunos no lo ven. Por cierto que no quería darle mucha cancha a la Diada pero Ignacio Camacho obliga. Dice que "un importante sector de Cataluña vive en estado de independencia psicológica, sin anclajes en la convivencia española". Ya, y un importante sector de España vive en estado de independencia psicológica de Cataluña. Parece que de esos nadie habla. Nadie habla de la gente que vuelve de Cataluña echando pestes de cómo les tratan por ser madrileños, por no ser catalanes, por pedir que, por favor, te hablen en español y te manden al empleado hispano. Nadie parece reparar en que cada vez hay más españoles que no quieren saber nada de Cataluña, ni del 155, ni de leches en vinagre. Nos hemos traído lo mejor, las mejores empresas, los mejores cerebros, y acogeremos a todo el que quiera huir de aquella dictadura infame aunque haya que montar un campo de refugiados. Eso sí, después, un muro más alto que el de Berlín y a fumigar, no vaya a ser que nos contagien la locura, el odio, el racismo, el nazismo, el fascismo, el desprecio y toda la basura que rezuma ese nacionalismo tóxico y peligroso.

La Razón sentencia: "La Diada pierde casi la mitad de asistentes". Como si lo dobla, vamos a lo que importa. "Sánchez e iglesias certifican la ruptura con un cruce de reproches". Cuenta Carmen Morodo que Sánchez tiene "una mala relación personal con su socio: le desprecia tanto como a Rivera". Bueno, yo diría que es mutuo. Que Podemos y Cs son "dos obstáculos para que el PSOE consiga aglutinar el voto de centro y de izquierdas necesario para ampliar su mayoría y poder formar un gobierno más solvente". Por el centro que no se preocupe, Rivera se lo ha regalado. "Vamos a elecciones salvo que Iglesias tenga escondida una carta de oro". Pues que se ande con ojo, como tarde mucho en sacarla Sánchez se la va a birlar.

La Vanguardia dice que la Diada fue un "ensayo general independentista a la espera de la sentencia", que la función principal será chupi guay. Y que no estuvo tan mal como dicen en Madrit, "no hubo tsunami, pero sí se inundó el centro". Bueno, menos Rahola, que dice que fue la repera, "descomunal", "otro gran éxito". Y eso que admite que escribe "este artículo antes de saber si la manifestación de la Diada ha vuelto a ser un espectacular éxito de convocatoria". Buah, Pilar, ¿y eso qué más da? Pequeñeces. Todo el mundo sabe que inventarse la realidad es un hecho diferencial muy catalán.

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