A menos de dos semanas de que se disuelvan las Cortes y se convoquen unos nuevos comicios, Pablo Casado y Albert Rivera han sacado este miércoles toda su artillería contra Pedro Sánchez en un pleno con tintes electorales. En la jornada de la Diada, el líder del PP y el de Ciudadanos han aprovechado sus intervenciones en la tribuna para afear al presidente del Gobierno en funciones la respuesta al desafío separatista.
"Hemos oído a Torra diciendo que hay que segar las cadenas de una invasión como si fuera borbónica. ¿Le parece esta persona alguien homologable para sentarse a negociar su investidura?", ha preguntado Casado a Sánchez, a quien ha vuelto a preguntar si "va a indultar a los golpistas si el Supremo los decide condenar".
El presidente del PP ha recordado que este miércoles, "los parlamentarios del PP han dicho en Le Monde que no toleraremos que haya parlamentarios franceses que digan que aquí no hay un Estado de derecho. Eso debería hacerlo usted, señor Sánchez", ha pedido.
Tras ello, Pablo Casado ha enumerado algunos de los "fracasos" de Pedro Sánchez como presidente en funciones. "Como en el poema de Goethe, viene después de haber ejercido de aprendiz de brujo ocasionando demasiados destrozos para España", ha comenzado. "Las cifras dejan claro que con el PSOE vuelve la crisis: 54.000 parados más; 210.000 afiliados a la Seguridad Social menos en agosto, la peor cifra de la última década", ha continuado.
El presidente popular también ha recordado que "el PSOE en Navarra se alió con Bildu para ir a favor de una ley ignominiosa de abusos policiales" o que "con el Aquarius el efecto llamada fue claro y con el Open Arms el ridículo traspasó fronteras. Usted sólo acierta cuando rectifica", le ha dicho a Sánchez.
Casado ha zanjado su discurso a comparando a Sánchez con el primer ministro británico: "Empieza a recordar al señor Johnson, él retuerce la ley para cerrar el Parlamento, usted retuerce el reglamento para no rendir cuentas ante él". "España no se merece unas nuevas elecciones, pero tampoco merece a un presidente como usted", terminaba el presidente del PP desde la tribuna de oradores.
Rivera: "Fiesta privada pagada por todos"
Por su parte, Albert Rivera ha dedicado casi la totalidad de su discurso al desafío secesionista catalán, tras una breve introducción en la que felicitaba a Josep Borrell por su nombramiento como responsable de Exteriores de la UE, aunque no sin lamentar que esa cartera, decía, haya sido vaciada de competencias.
El líder de Ciudadanos empleaba un tono mas suave con Sánchez que el de su anterior intervención en la tribuna de la Cámara Baja, en el debate de investidura de julio, e incluso mostraba cercanía en un asunto como el Brexit. "A pesar de nuestras discrepancias, en eso no las vamos a tener" afirmaba, mirando al escaño del presidente del Gobierno en funciones.
Sin embargo, enseguida arremetía contra Sánchez por su respuesta al desafío secesionista, en el contexto de la Diada. Le pedía de nuevo que enviase a Quim Torra el requerimiento previo del 155 y afirmaba, sobre el once de septiembre, que "los separatistas lo han convertido en una fiesta privada pagada por todos" y en la que, lamentaba, "Otegi campa a sus anchas". Además, le recordaba al líder del PSOE sus pactos con los partidos independentistas, como el llevado a cabo entre el PSC y Junts per Catalunya para controlar la Diputación de Barcelona. "Son sus socios" le reprochaba, tras haber expresado Sánchez en su intervención inicial el propósito de trabajar para que el once de septiembre vuelva a ser el día de todos los catalanes.
Por lo demás, Rivera le pedía un compromiso para no ratificar al nuevo Comisario de Justicia europeo si no hay, por parte de la nueva Comisión, un compromiso para reformar el "cachondeo" de la Euroorden para, decía, "que gente como Puigdemont no pueda campar a sus anchas por Europa". El líder de Ciudadanos no dudaba en calificar lo sucedido de "fracaso europeo" por permitir que "delincuentes huyan de un país y no puedan ser juzgados en su país" en referencia al expresidente catalán.